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Congresos

XXI Congreso de la Internacional Socialista, Paris

08-10 de noviembre de 1999


INFORME DEL SECRETARIO GENERAL AL XXI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL SOCIALISTA

 

DE NUEVA YORK A PARIS

La Internacional Socialista celebró su último Congreso en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York, un lugar elegido en reconocimiento al destacado papel que juega esa organización en favor de la paz y de la cooperación internacional. Ahora, tres años más tarde y siete años después de la celebración de nuestro trascendental Congreso en Berlín, regresamos a Europa para celebrar nuestro XXIº Congreso.

Quiero expresar mi agradecimiento a nuestros compañeros y amigos del Partido Socialista de Francia por todo lo que han hecho como anfitriones de este Congreso. París es una ciudad rica de historia en la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad, valores socialdemócratas que están tomando fuerza por todo el mundo gracias al trabajo concertado de nuestra Internacional y de la solidaridad y de la determinación de sus miembros. El número de miembros de la Internacional Socialista ha casi doblado durante los años noventa, pasando de unos 70 partidos miembros en todas las categorías a más de 130. En París, el total aumentará a casi 150, lo que es una prueba aún mayor de que cada vez más gente de todo el mundo se siente en casa en esta familia política.

La expansión global de nuestra Internacional ha sido más que igualada por el salto cualitativo experimentado en lo que respecta a nuestra influencia política dentro de distintas naciones, y a nuestro liderazgo internacional en el debate sobre la cuestión de cómo preparar al mundo y sus habitantes para el nuevo milenio. Actualmente, más de un tercio de nuestros partidos miembros se encuentran en el gobierno, bien individualmente o en coalición. Esta cifra supera todas las anteriores y tiene visos de seguir aumentando, ya que no dejamos de recibir noticias, desde los diferentes continentes, sobre los éxitos electorales de los partidos socialdemócratas.

Nuestra fuerza política es particularmente evidente de una capital a otra. Primeros Ministros laboristas y socialdemócratas de cada rincón de Europa se encuentran aquí en París junto con importantes líderes socialdemócratas de todos los continentes para contribuir al trabajo de nuestro Congreso. El creciente y positivo impacto de nuestra organización en cada región del mundo muestra que nos encontramos en primera línea, respondiendo a las necesidades y aspiraciones de la gente, y que la Internacional Socialista se moviliza hoy en esa dirección.

Aunque la social democracia se ha convertido en un punto de referencia obligado en cualquier lugar, en esta década hemos reconocido que, en vísperas del siglo XXI, el mundo está en un constante estado de cambio y que es necesario encontrar enfoques nuevos y diversos para hacerle frente a problemas cada vez más complejos.

Mientras tanto, nuestro Consejo ha expandido y profundizado el trabajo de nuestros comités, que ahora ofrecen una visión general, un análisis y una plataforma común y compartida sobre los desarrollos en cada región del mundo y sobre cuestiones fundamentales, tanto en el ámbito global como local. Sin embargo, incluso cuando la estructura de la Internacional Socialista ha avanzado geográficamente, continuamos dando pasos para fortalecer nuestra organización interna de manera que pueda responder con mayor facilidad a los objetivos de la Internacional.

En nuestro reciente Consejo, celebrado en Buenos Aires, señalamos que el ritmo de los cambios en el mundo continúa acelerándose y nos concentramos en la idea de construir el cambio para darle una dirección de manera que todos los ciudadanos del mundo estén incluidos en la promesa de un futuro mejor. Asimismo, subrayamos que una parte crucial de esta tarea consiste en mantenerse fiel a los principios que siempre nos han guiado, mientras nos ocupamos de adaptarlos a las nuevas realidades. En ese sentido es un placer para mí presentar este informe sobre las principales actividades de la Internacional Socialista desde nuestro último Congreso.

 


AFRICA

En Africa, la Internacional Socialista ha estado construyendo con determinación un mensaje de esperanza y de compromiso frente a problemas de enorme complejidad, ignorados por muchos otros en el ámbito mundial. Hoy en día, nuestros partidos miembros en la región y nuestro Comité Africa nos ofrecen los mejores medios para representar las aspiraciones democráticas de pueblos a lo largo y a lo ancho del continente.

No somos los únicos en reconocer lo que el continente puede ofrecer desde el punto de vista económico, sus abundantes recursos naturales y los retos de la globalización. Pero, la gente de Africa se vuelve cada día más hacia la socialdemocracia porque creemos que no se puede alcanzar el desarrollo económico sin establecer también la paz y la democracia. Por lo tanto, aunque reconocemos lo difícil y duradero de los problemas en Africa al igual que en otras partes del mundo, todo ello no hace mas que inspirarnos a realizar esfuerzos todavía mayores en el intento de resolver los conflictos mediante el dialogo, y reforzar la cultura democrática de acuerdo con la emergente voluntad popular.

Nuestro Consejo estableció el Comité Africa en 1993. Actualmente, el Comité puede contar con la participación de no menos de 24 partidos miembros en la región, así como de muchos más partidos africanos de inspiración socialdemócrata.

Algunos de estos partidos se encuentran en el gobierno; otros lideran las fuerzas de la oposición y otros siguen luchando valientemente para llevar a cabo sus actividades políticas en un entorno de represión o de conflicto violento. Todos aportan algo a las funciones de nuestra Internacional, lo que, en un espíritu de cooperación y de mutuo aprendizaje, mejora las actividades de nuestro Consejo en pro del continente africano.

Por ejemplo, en la reunión celebrada en Roma en Enero de 1997, y tras haber escuchado un informe del Comité Africa, nuestro Consejo emitió una declaración detallada que nos ayudó a mantener nuestra atención y la preocupación de la comunidad internacional sobre la tragedia que tenía lugar en la región de los Grandes Lagos. A partir de entonces, la situación de esta región ha mejorado y llamamientos de nuestra Internacional, exigiendo ayuda humanitaria y diálogo, han sido atendidas.

Es más, puedo afirmar con orgullo que en el continente africano, donde se haya logrado el progreso hacia una mayor democracia, el respeto por los derechos humanos y la resolución de conflictos, ha participado la Internacional Socialista, como en Sudáfrica, en Mozambique, en Namibia y en Marruecos. En lo que se refiere a Sudáfrica, el pasado mes de Agosto, tuve un profundo sentimiento de vivir un pequeño momento de la historia de nuestro movimiento, cuando recibí del Congreso Nacional Africano, no más de dos meses después de la reelección de dicho partido bajo el liderazgo del Presidente Thabo Mbeki, su solicitud formal de adhesión a la Internacional Socialista, sobre la que se pronunciará nuestro Congreso de París. El Comité Africa se ha reunido cuatro veces desde nuestro último Congreso en Nueva York. La primera reunión se celebró en Dakar en Julio de 1997, a invitación del Partido Socialista de Senegal en la cual participaron el Presidente Pierre Mauroy, y numerosos otros lideres de partidos miembros de toda la región. En 1998, el Comité participó en la redacción de una declaración de gran importancia, suscrita por nuestro Consejo en Ginebra ante un importante número de corresponsales extranjeros, la cual subrayó la necesidad de enfrentarnos a las causas subyacentes de los conflictos, incluyendo la pobreza, mal gobierno y las violaciones de los derechos humanos.

Este año, al acercarse nuestro Congreso, el Comité Africa se ha reunido en dos ocasiones. La primera de ellas fue en el mes de Marzo en Bamako, tras la invitación del Partido Africano para la Solidaridad y la Justicia, ADEMA-PASJ, de Mali, con la participación de más de 60 delegados provenientes de más de 20 países. Entre otras decisiones, el Comité manifestó su profunda preocupación frente a las continuas amenazas contra la democracia en esta región, particularmente en Guinea Ecuatorial, en Burkina Faso, en Camerún y en Guinea y su firme apoyo a los esfuerzos para asegurar la paz en Angola.

A invitación de nuestro partido miembro en Mozambique, Frelimo, el Comité se reunió durante el mes de Septiembre en Maputo. Después de intensas deliberaciones, el Comité emitió la "Declaración de Maputo", documento de amplio alcance que subraya la importancia de la paz y de la democracia como elementos necesarios para el desarrollo económico en Africa y para la integración global, y reafirmó el "compromiso hacia la solidaridad común" de nuestra Internacional. El Comité se refirió, asimismo, al tema de la globalización y subrayó, inter alia, la necesidad de proteger los recursos humanos del continente mediante un mejor sistema de salud y mejores políticas educativas.

La globalización se convierte cada vez más en un asunto fundamental en el continente africano, al igual que lo es en todas las demás regiones. Esto lo ha discutido no solamente el Comité Africa, sino también la Comisión Progreso Global, bajo la Presidencia de Felipe González, que celebró su seminario regional africano en Dakar en febrero de 1999. Delegaciones de unos 25 países africanos se reunieron para analizar el desarrollo de estrategias socialdemócratas para integrar al continente en los mercados globales, teniendo en cuenta las particularidades de la situación africana.

Dos meses después, durante la reunión celebrada en Abidjan, Costa del Marfil, nuestro Comité sobre Autoridades Locales hizo hincapié sobre el punto de vista de la Internacional en el sentido de que, en un mundo cada vez más globalizado, la política debe ser accesible a todos, y que este objetivo se puede lograr mejor, si se establece un contacto más directo entre los gobiernos y los ciudadanos en el ámbito local. Después de una serie de debates sobre los problemas particulares de los municipios en Africa, el Comité inició los trabajos de organización de la Segunda Conferencia de Alcaldes de la Internacional Socialista, celebrada en Fez en Octubre de 1998, bajo los auspicios de nuestro partido miembro en Marruecos, la Unión Socialista de Fuerzas Populares, USFP. Con la participación de más de 250 alcaldes y miembros de gobiernos municipales, dicha Conferencia adoptó la 'Declaración de Fez', documento que refleja el hecho de que la cooperación global entre socialdemócratas tiene su inicio en los esfuerzos que se despliegan en el ámbito local y en el ámbito regional tanto en el Sur como en el Norte.

Si bien es cierto que Africa sigue siendo una gran preocupación, también es cierto que hay iguales motivos de esperanza: desde los ámbitos local y nacional hasta el regional y el global, la estructura de nuestra Internacional trabaja a fondo en toda la región, probando así que, sin importar lo difícil del reto, la socialdemocracia puede marcar la diferencia.



ASIA Y EL PACIFICO


En poco más de una década, nuestra Internacional ha podido avanzar de manera importante en Asia y en el Pacífico, región mundial de creciente peso económico y político. Durante la década de los 80, algunos partidos y movimientos socialdemócratas presentes en esta inmensa región no tenían más que contactos limitados entre ellos, y pocos eran miembros de nuestra organización. Hoy en día, como se evidencia en las actividades en curso de nuestro Comité para Asia-Pacífico, creado por el Consejo de la IS en 1993, así como en la cantidad de partidos en la región que bien han adherido o han solicitado su adhesión a la Internacional Socialista, está claro que la socialdemocracia ha surgido como opción de primera línea para los pueblos de Asia y del Pacífico que buscan democracia, igualdad económica y justicia social.

La primera reunión del Comité Asia-Pacífico en el período entre Congresos tuvo lugar en Nueva Delhi en fechas previas a la reunión del Consejo, celebrada en esa ciudad en noviembre de 1997. Fue la primera reunión del Consejo que se celebró en la India, tras la invitación formulada por nuestro partido miembro, el Janata Dal, con motivo del quincuagésimo aniversario de la independencia de la India, y la segunda reunión del Consejo celebrada en la región después de la exitosa reunión de Tokio en 1994. Basándose en las actividades de nuestro Comité, el Consejo de Nueva Delhi adoptó una resolución que subrayó la creciente importancia de los principios de la socialdemocracia en la zona Asia-Pacífico.

El Consejo afirmó, en especial, que mientras una serie de países de esta región habían logrado integrarse con éxito en la economía global, solamente la socialdemocracia ofrece el marco político y ético, basado siempre primero en el ser humano, que puede garantizar que la globalización resulte en cambios que sean positivos para todos. En este sentido, se pudo recalcar la importancia de la protección de los derechos laborales, incluyendo el derecho a la negociación colectiva y el derecho a la huelga, y de la necesidad de potenciar el papel de las mujeres de manera que puedan operar como fuerza eficaz del cambio social y del desarrollo sostenido.

Por lo tanto, fue muy oportuno, que muy pocos meses después, al celebrar durante el mes de abril de 1998 el quincuagésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, nuestro Comité de Derechos Humanos se reuniera en Manila con miras a analizar en profundidad, entre otros temas, el fomento y el reforzamiento de los derechos sociales y económicos. Los participantes discutieron la necesidad de aumentar el diálogo y la cooperación entre nuestra organización por una parte y los sindicatos y los movimientos femeninos por otro, y subrayaron la importancia de la indivisibilidad y universalidad de todos los derechos humanos.

La Internacional Socialista también sigue en la primera línea de acción en la lucha por los derechos políticos y las libertades civiles en la región Asia-Pacífico. Sobre el tema de Birmania, no hay otra organización política en el mundo que haya protestado de manera tan firme y tan continua contra el régimen dictatorial que gobierna en ese país, a la vez que exigimos que se respetaran los resultados de las elecciones democráticas de 1990. Entre otras, en una resolución adoptada en el Consejo de Oslo celebrado el pasado mes de Mayo, la Internacional reafirmó su apoyo al movimiento democrático de Birmania y pidió a la comunidad internacional la imposición de sanciones al régimen militar hasta que se avance hacia la democratización y el respeto a los derechos humanos.

De igual manera, a lo largo de este último cuarto de siglo, nuestra Internacional se ha mantenido firme en el apoyo al derecho del pueblo de Timor Oriental a la autodeterminación y a librarse de la opresión y ha sido coherente en su cooperación con Naciones Unidas para lograr estos objetivos, y especialmente durante los acontecimientos de estos últimos meses. Durante la reunión del Consejo, celebrada en Roma en 1997, José Ramos-Horta, Premio Nobel de la Paz en 1996, se dirigió a nosotros en nombre del pueblo de Timor Oriental para agradecer a la Internacional Socialista por sus esfuerzos.

Al llevarnos nuestras preocupaciones acerca de la globalización hacia el nuevo milenio, cabe recordar que durante la reunión de Nueva Delhi, y reflejando el análisis del Comité Asia-Pacífico, el Consejo advirtió sobre la amenaza de vernos "abrumados por las fuerzas de mercados carentes de reglamentación" y respaldó la idea, expresada originalmente por John Smith, de que "los mercados deben estar al servicio de la gente y no al revés".

Como lo vimos menos de un año después, el mundo fue sacudido por la crisis financiera desatada en Asia. Fue un hecho desafortunado que, sin embargó, le dió credibilidad a nuestra convicción histórica de que el desarrollo sin democracia y la globalización sin transparencia y responsabilidad no son sostenibles.

Desde entonces, los miembros del Comité Asia-Pacífico junto con otras organizaciones de orientación socialdemócrata, con las que nuestra Internacional mantiene relaciones, han continuado en su análisis de tendencias y desarrollos en la región. En el pasado mes de Junio, al acercarse el momento del Congreso, el Comité convocó una reunión en Kuala Lumpur que ofreció la posibilidad de avanzar en la causa de la socialdemocracia en Asia y el Pacífico. Al mismo tiempo, representó una clara manifestación de solidaridad por parte de nuestra Internacional hacia el anfitrión y nuestro miembro histórico en Malasia, el Partido de Acción Democrática, DAP, que durante muchos años ha sufrido las represalias del poder autoritario como resultado de sus esfuerzos por defender el legítimo gobierno de la democracia en ese país.

Tras extensos debates, el Comité adoptó la 'Declaración de Kuala Lumpur', documento de gran alcance, que se refiere a una gran cantidad de temas de gran relevancia para los socialdemócratas de esa región hoy en día. Se subrayó la importancia de la lucha por la democracia y el respeto por los derechos humanos y su relación crítica con la tarea de mantener el mundo alejado de una permanente división entre 'perdedores y ganadores de la globalización'.

En Kuala Lumpur, el Comité asumió el reto de hacer que el siglo venidero sea 'el siglo de la social- democracia en Asia y en el Pacífico'. Hasta hace poco tiempo, dicha idea habría parecido algo remota. Hoy, sin embargo, nuestro mensaje se escucha cada vez más y, según se extiende el alcance de las actividades de nuestra Internacional por toda la región, se puede percibir como una visión de esta naturaleza puede llegar a convertirse en la realidad.

 

EUROPA

Hoy en día, la Internacional Socialista es la principal fuerza política en Europa. Nuestros miembros se encuentran al frente de la construcción de las instituciones del continente para el siglo venidero y de la definición del papel crítico que jugará Europa en el mundo. Los avances electorales, que han realizado los socialistas democráticos de la región en los últimos años, son una indicación muy poderosa del deseo del cambio y del aumento de la popularidad de las ideas y de los valores de nuestro movimiento. Al mismo tiempo, la Internacional y sus miembros europeos reconocen que tienen ahora la responsabilidad de cumplir con lo pactado y, durante este tiempo, se han dedicado con ahínco a trabajar en los ámbitos local, nacional y regional con miras a construir un mejor futuro para todos los ciudadanos de Europa.

Nuestro primer Consejo después del XXº Congreso se celebró en Roma en Enero de 1997 y en la sesión de apertura, a nombre de nuestros anfitriones, el Vicepresidente de la IS, Massimo D'Alema, líder de los Demócratas Italianos de la Izquierda, DS le dió la bienvenida a todos los participantes. Estos incluían a representantes de casi todos los 33 partidos, admitidos durante el Congreso de Nueva York. En su intervención éste afirmó que el principal reto al cual se enfrentan los gobiernos de las sociedades modernas es 'la ampliación del potencial de crecimiento y de desarrollo intrínseco a la globalización, y el evitar sus efectos negativos'. Al año siguiente, después de la reconstitución de las fuerzas de izquierda y de centro en Italia, D'Alema fue nombrado Primer Ministro.

Cuando celebramos otra reunión del Consejo en Europa, durante el mes de mayo de 1998 en Oslo, había nuevos gobiernos socialdemócratas tanto en Gran Bretaña como en Francia. En Mayo de 1997, el Partido Laborista ganó una victoria contundente en las elecciones parlamentarias que permitió la llegada al poder del Primer Ministro, Tony Blair. Un mes después, el Primer Ministro, Lionel Jospin asumió el cargo en Francia después de la victoria del Partido Socialista Francés, PS, en las elecciones parlamentarias y, de acuerdo con la política del PS, nombró a cinco mujeres para ocupar cargos en el Gabinete formado por quince Ministros.

La vuelta al gobierno del Partido Laborista Británico aportó un nuevo impulso a la búsqueda de un final al conflicto de Irlanda del Norte. El Acuerdo del Viernes Santo, firmado en abril de 1998, fue el resultado de grandes esfuerzos realizados por tres de los miembros de la Internacional Socialista: Tony Blair, John Hume, líder del Partido Laborista Socialdemócrata de Irlanda del Norte, SDLP, y Dick Spring durante su mandato como líder del Partido Laborista de Irlanda.

Al mes de la firma de dicho acuerdo, John Hume se dirigió a nuestro Consejo en un discurso pronunciado en Oslo. Hume subrayó la importancia del diálogo y del respeto hacia las diferencias entre las personas y manifestó su apreciación de las actividades de la Internacional Socialista en su constante apoyo a la búsqueda de la paz en Irlanda del Norte. En octubre de 1998, obtuvo el Premio Nobel de la Paz junto con David Trimble, líder del Partido Unionista de Ulster. El reconocimiento público de la labor de Hume recalcó, no por primera vez, los esfuerzos realizados por miembros de nuestra Internacional en el fomento de soluciones pacíficas y democráticas a los conflictos, que tienen lugar en distintas partes del mundo.

En junio de 1998, un mes después de la reunión de nuestro Consejo en Oslo, la Comisión Progreso Global se reunió en la Willy Brandt Haus de Berlín para celebrar el primero de una serie de seminarios regionales previstos para este período. El objetivo de la reunión era el establecimiento de un punto de vista europeo referido a la globalización. Al establecer el marco para las discusiones, Felipe González, Presidente de la Comisión, comentó la famosa frase de Brandt, que describió la era moderna como la época de mayor promesa y, a la vez, de mayor amenaza potencial de la historia.

La siguiente reunión de nuestro Consejo tuvo lugar en Ginebra, en noviembre de 1998. Poco más de un mes antes, los electores alemanes habían votado por el cambio y el Canciller Gerhard Schroder asumió el cargo como jefe del nuevo gobierno del Partido Social Demócrata, SPD. Los resultados electorales fueron de gran importancia más allá de las fronteras alemanas ya que al haber el SPD obtenido esa victoria eran trece de quince los países de la Unión Europea en los que, a solas o en coalición, gobernaban los partidos laboristas y socialdemócratas.

La creciente presencia de nuestra influencia en Europa ayuda a los líderes socialdemócratas a garantizar que la Unión en expansión será una verdadera Europa de los ciudadanos. Al mismo tiempo, esto afecta de manera positiva el clima de la opinión política en el resto del mundo, como se pudo apreciar en la cobertura informativa latinoamericana que surgió del Consejo de Buenos Aires en junio, y como se evidencia en la creciente diferencia que nuestros partidos están marcando en todas las regiones del mundo.


Europa Central y Oriental
En Europa, los avances de nuestra Internacional no se limitan solo a la zona occidental del continente. Tal como afirmó el Comité de la IS para Europa Central y Oriental, SICEE, en la Declaración de Varsovia adoptada en la reunión celebrada en Polonia el pasado mes de septiembre: En los diez años desde que cayó el Muro de Berlín, 'los partidos políticos de orientación socialista y socialdemócrata han avanzado en la mayoría de los países de Europa Central y Oriental, en muchos casos asumiendo la responsabilidad del gobierno'. De hecho, si se tienen en consideración los avances de nuestra Internacional en estos países, se aprecia que en Europa son una veintena nuestros partidos miembros que están en gobierno, solos o en coalición.

La mayor fuerza e influencia de nuestros miembros ayuda a nuestra Internacional a responder con mayor eficacia a los inmensos y complejos retos de la Europa Central y Oriental, especialmente en los Balcanes, en Rusia y en el Cáucaso, así como en lo referente a la ampliación de la Unión Europea y de la OTAN. El SICEE, que se ha reunido no menos de seis veces durante este período, el Comité de la IS de Paz, Seguridad y Desarme, SIPSAD, y nuestro Comité de Autoridades Locales, todos funcionando en coordinación con el Consejo de la IS, se han dedicado con detenimiento al análisis de estos problemas.

En junio de 1997, el SICEE celebró una oportuna reunión en Roma, inmediatamente antes de las cumbres de la UE y de la OTAN, durante la cual los representantes de casi cuarenta partidos y organizaciones analizaron las prioridades económicas y de seguridad de Europa. El SICEE, presidido por sus co-Presidentes, Piero Fassino, DS, Italia, y László Kovács, MSzP, Hungría, emitió una declaración en apoyo al mantenimiento del proceso de integración en Europa mediante la ampliación de las estructuras de política y de seguridad, y recalcó que los derechos sociales y democráticos fundamentales no deben colocarse en segundo plano y detrás de la modernización económica. Cuatro meses después, el SIPSAD, reunido en Budapest con el fin de analizar el tema de la ampliación de la OTAN, reafirmó la intención de la IS y de sus partidos miembros de implementar en Europa un 'marco estable de políticas de seguridad en el cual se puedan establecer y salvaguardar la democracia, el estado de derecho y la justicia social'.

En mayo de 1998, el SICEE se reunió en Sarajevo con el fin de analizar como alcanzar mejor la paz y la estabilidad en la zona de los Balcanes, con la presencia de gran cantidad de partidos miembros y de invitados de toda la región. Al inicio de la reunión, los participantes observaron un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de la guerra y de la violencia en los Balcanes y, posteriormente, colocaron una corona de flores durante una ceremonia en el centro de Sarajevo. En el texto de la Declaración de Sarajevo, adoptada pocas semanas después por el Consejo de la IS celebrado en Oslo, el Comité exigió la puesta en práctica de la totalidad de los Acuerdos de Dayton e instó, a la vez, a todas las fuerzas democráticas a 'trabajar hacia la aplicación de la seguridad y de la estabilidad a través de la región como condición para el establecimiento de sociedades que sean libres, democráticas, pluralistas, multiétnicas y justas'.

Nuestro Consejo de Oslo analizó también y adoptó una resolución detallada, presentada por el SIPSAD, sobre el Sur del Cáucaso. En el texto de dicho documento, redactado por el Comité durante la reunión celebrada en Tbilisi, Georgia, inmediatamente antes de la reunión de Oslo, nuestro Consejo apoyó los esfuerzos de la comunidad internacional, en especial Naciones Unidas y la OSCE, para resolver los conflictos entre y dentro de los Estados, y exigió una mayor cooperación económica en la región así como la protección de los derechos humanos y de las minorías.

El SICEE se reunió de nuevo en Ginebra inmediatamente antes de la reunión del Consejo en Noviembre de 1998. Uno de los centros principales de atención de los participantes era el aumento de la violencia y de la inestabilidad en Kosovo. En una declaración redactada por el Comité y adoptada por el Consejo, la Internacional secundaba todos los esfuerzos hacia el inicio de las negociaciones entre Belgrado y Pristina, posición que se vio reiterada por el SICEE en su siguiente reunión celebrada en Bucarest en febrero de este año.

En Abril, después de que los fallidos intentos por parte de la comunidad internacional de encontrar una solución resultase en la acción de la OTAN, el SICEE se reunió en Roma, invitado por los Demócratas de Izquierda, DS. Al final de esta reunión especial, el Comité emitió una declaración condenando la intransigencia de Milosevic además de cualquier intento de basar la existencia de un estado en la pureza étnica', y afirmó nuevamente la posición adoptada por la Internacional en el sentido de que ' toda mujer y todo hombre merecen respeto, sea cual sea su cultura, su religión o su nacionalidad'.

Durante la reunión celebrada en Bucarest, acogida por los partidos miembros rumanos de la IS, el Partido Democrático, PD, y el Partido Social Demócrata, PSDR, el SICEE analizó también los acontecimientos que tenían lugar en Rusia. Tras la presentación de varios informes de ese país, el Comité subrayó que la crisis en la región se debía en gran medida a la falta de 'orientación social' durante el proceso de reforma, e instaba a los partidos miembros a que aumentaran su apoyo a los partidos políticos y a los movimientos en Rusia que 'se comprometen a reforzar la democracia de manera eficaz'. En Septiembre, como parte de su declaración de Varsovia, el SICEE manifestó su esperanza de que las elecciones a celebrarse en Rusia fueran la oportunidad para reforzar las 'fuerzas políticas realmente democráticas'.

También en Septiembre y durante le reunión celebrada en Cartaxo, Portugal, el Comité de Autoridades Locales avanzó en el desarrollo de su iniciativa que comenzó en Serbía dos años antes. En Mayo de 1997, muy poco tiempo después de la reunión del Consejo celebrado en Roma, durante la cual se nos informó de la enconada lucha por la democracia que tenía lugar en Serbia, el Comité celebró una reunión en la ciudad Serbia de Subotica como invitados del Consejo Municipal, y pudimos reunirnos con un número importante de autoridades locales Serbias en un encuentro celebrado en Arad, Rumania.

Todas estas reuniones, especialmente la celebrada en Subotica, simbolizaron particularmente el apoyo que la Internacional presta al cambio democrático en Serbia. En Cartaxo, el Comité pudo avanzar en su cooperación con los gobiernos municipales de la República Federal de Yugoslavia y pudo escuchar los informes que presentaron los representantes de los gobiernos locales de Novi Sad y Podgorica, en Montenegro, sobre las dificultades a las que se enfrentan debido a la represión interna y al aislamiento internacional. El Comité emitió una declaración apelando a las ciudades del mundo a que mostraran su solidaridad ayudando en la reconstrucción y la democratización de los Balcanes mediante la firma de acuerdos con autoridades locales de la región.



EL MEDITERRANEO

Hace tiempo ya que la Internacional Socialista contempla la región del Mediterráneo como un área estratégica y crucial para la cooperación regional e interregional. Nuestro Comité Mediterráneo incluye a partidos miembros de la IS provenientes de los países europeos, africanos y del medio oriente que rodean al mediterráneo, lo cual le aporta un carácter panregional. Al igual que la Internacional Socialista, el Comité representa un importante partenariado Norte-Sur, sirviendo de puente entre las diferencias culturales e históricas por mediación del respeto común por los derechos humanos fundamentales.

Este elemento ofrece a nuestra Internacional una clara ventaja en la defensa de relaciones euro-mediterraneas más estrechas y basadas en principios socialdemócratas. En 1995, dos años después de que el Consejo de la IS, celebrado en Atenas, creara el Comité Mediterráneo, pudimos ver reflejados en las resoluciones de la conferencia de Barcelona muchos elementos del ideario socialista, como por ejemplo, la relación entre desarme y desarrollo.

En marzo de 1997, después de nuestro Congreso de Nueva York, el Comité Mediterráneo fue convocado a una reunión en Tánger, presidida por el Presidente del Comité Raimon Obiols, PSOE, España. La ciudad ofreció a los participantes no solamente una inmejorable perspectiva desde la zona sur de la región, sino que también permitió a la Internacional mostrar su solidaridad y su apoyo a nuestro anfitrión y partido miembro, la Unión Socialista de Fuerzas Populares, USFP. Por lo tanto, nos complació enormemente un año después cuando el partido, constante fuerza en defensa de la transición democrática en Marruecos, asumió el poder y formó gobierno.

Durante la reunión de Tánger, el Comité reafirmó la posición fundamental de nuestra Internacional, de que la paz, la seguridad y la prosperidad del litoral norte del mediterráneo se relacionan estrechamente con el desarrollo económico y social de los países no sólo al sur sino también al éste de dicha región. En este sentido, los participantes subrayaron también el papel fundamental que desempeña la mujer quien, en función de sus derechos y ayudada por su experiencia ' debe poder actuar como agente del desarrollo y de la paz'.

La siguiente reunión del Comité Mediterráneo se celebró en Roma en 1998, a invitación de los Demócratas de Izquierda, el DS. Los participantes, procedentes de más de 15 países de la región, lamentaron los problemas y los retrasos en la puesta en práctica de los acuerdos de Barcelona y afirmaron que la Internacional Socialista aumentaría sus esfuerzos para ayudar a volver a encarrilar el proceso.

Después del informe del Comité presentado en Ginebra ese mismo año, de hecho, nuestro Consejo instó a los gobiernos de la Unión Europea y de los países miembros del partenariado mediterráneo a cumplir con los compromisos que asumieron en Barcelona. El Comité se reúne una vez más en París inmediatamente antes de nuestro Congreso y nos ofrecerá una visión actualizada sobre la compleja dinámica de las relaciones euro-mediterraneas.

A través de las actividades del Comité Mediterráneo y de nuestro Consejo, la Internacional sigue también desempeñando un importante papel manteniendo un foco de atención sobre las dificultades de la región.

Por ejemplo, en lo que se refiere a Argelia, expresamos nuestro apoyo reiteradas veces, durante todas las reuniones de nuestro Consejo celebradas desde el Congreso en Nueva York, hacia todos aquellos que rechazan la violencia y el terrorismo en favor del diálogo y de una solución democrática con miras a solucionar la tragedia que allí tiene lugar. Más recientemente, durante nuestro Consejo de Buenos Aires, lamentamos el fracaso de las autoridades argelinas de establecer las condiciones necesarias para la celebración de elecciones democráticas; y, reiteramos nuestro apoyo fraternal a nuestro partido miembro en Argelia, El Frente de Fuerzas Socialistas, el FFS.

En lo que se refiere a una posible solución del conflicto en el Sahara occidental, el año pasado durante nuestro Consejo celebrado en Ginebra, reiteramos nuestro apoyo a un referéndum libre, justo y transparente sobre la autodeterminación; y, de nuevo instamos a todas las partes involucradas a cooperar plenamente con Naciones Unidas.

Las actividades llevadas a cabo por nuestra Internacional en la región Mediterránea, y particularmente la cooperación en el seno de este Comité, que reune a partidos miembros provenientes de tres continentes, destaca nuestra globalidad. Mientras que la reciente reunión de nuestro Comité de Autoridades Locales celebrada en Septiembre, puso de manifiesto el aspecto humano de nuestra organización.

Durante la reunión celebrada en Cartaxo, Portugal, tras la invitación del Partido Socialista, PS, varios delegados presentaron informes sobre ciudades en crisis. Uno de los más emotivos fué el de Sefa Sirmen, alcalde de Izmit, una de las ciudades más afectadas por el reciente terremoto en Turquía, integrante del Partido Republicano del Pueblo, CHP, nuestro partido miembro en ese país. En respuesta, el Comité emitió una declaración lanzando un llamamiento urgente a los municipios de todo el mundo, lo que constituye un buen ejemplo de la manera en que las redes socialdemócratas de solidaridad mundial se construyen en base a relaciones locales.



ORIENTE MEDIO

Desde el Congreso que se celebró en Nueva York, la Internacional Socialista cuenta entre sus partidos miembros, no sólo con el Partido Laborista y Meretz de Israel, sino también con Fatah, la mayor organización política palestina.

El Consejo que se celebró en Roma en Enero de 1997, el primero tras el Congreso de Nueva York, propició un conmovedor momento histórico. Shimon Peres y Yasser Arafat se encontraban por primera vez juntos como miembros de nuestra Internacional. Peres, aprovechando la ocasión, recordó que durante las negociaciones entre israelitas y palestinos se había discutido sobre qué título utilizar al dirigirse a Arafat. "Sin embargo", dijo, "ahora me alegro de dirigirme a él con un nuevo título, el de compañero".

Este momento simbolizaba los grandes logros alcanzados gracias a los acuerdos de paz de Oslo. Durante el Consejo, los participantes recordaron la difícil y paciente labor llevada a cabo por nuestra Internacional durante todos estos años para crear un clima propicio de dialogo entre las partes en la región. El mismo Arafat aseguró que nunca olvidaría el papel que había jugado la Internacional, "desde el principio, impulsando el proceso de paz. Esto ha llegado a todos los corazones palestinos e israelitas".

Nuestro Consejo en Roma, en su declaración sobre Oriente Medio, se mostró satisfecho con el progreso alcanzado hasta entonces en la puesta en práctica de los acuerdos de Oslo. Sin embargo, en unos meses, se hizo evidente que el proceso de paz se encontraba en un peligroso callejón sin salida, producido mayormente por la intransigencia del gobierno de Likud en Israel. Tales dificultades, como siempre, no hicieron sino alentar a nuestra Internacional, particularmente a nuestro Comité Oriente Medio, SIMEC, y una vez más se redoblaron los esfuerzos en favor de la reanudación del proceso de paz.

En Mayo de 1997, el SIMEC, bajo la presidencia de Bjorn Tore Godal, DNA, Noruega, Presidente del Comité, se reunió en la ciudad de Ramallah, en los Territorios bajo Autoridad Palestina, acogido por nuestra organización miembro, Fatah. Al día siguiente, nuestro Comité volvió a reunirse en Tel Aviv, a invitación de nuestros partidos miembros israelitas. El comité adoptó una resolución que deploraba el estancamiento de las conversaciones, subrayaba la necesidad de dialogo en todas las cuestiones pendientes y pedía a la comunidad internacional que aumentara sus esfuerzos para llevar a ambas partes de nuevo a la mesa de negociaciones.

El SIMEC se reunió después en Oslo, antes de la Reunión del Consejo en Nueva Delhi en Noviembre de 1997. Basándose en el trabajo del Comité, nuestro Consejo adoptó una resolución que señalaba la especial responsabilidad del gobierno israelí a la hora de asegurar que el proceso de paz siguiera su curso.

De acuerdo con nuestros incesantes esfuerzos en defensa de la paz, nuestro Comité Oriente Medio acudió en Marzo de 1998 a una reunión en el Cairo, invitado por nuestro partido miembro en Egipto, el Partido Democrático Nacional (NDP). Dos meses después, se celebró la Reunión del Consejo de la IS en Oslo, tras la invitación del Partido Laborista Noruego, DNA, y se contó una vez más con la presencia y las aportaciones al debate de Yasser Arafat y Shimon Peres. El Consejo, en su resolución sobre Oriente Medio, apoyó todos los esfuerzos de la comunidad internacional dirigidos a facilitar la puesta en práctica de los acuerdos de paz especialmente al estar referidos al principio de Tierra para la Paz.

El Acuerdo de Wye River, que tuvo lugar poco antes de nuestro Consejo de Noviembre de 1998 en Ginebra, representó por fin un avance. El SIMEC se reunió la víspera del Consejo para preparar un informe sobre los últimos acontecimientos. Tras las discusiones suscitadas por el tema "Paz y Democracia Primero", el Consejo adoptó una resolución con la que recibía de buen grado el ímpetu que provocaba el nuevo acuerdo mientras que solicitaba un seguimiento adecuado para evitar futuros retrasos en la puesta en práctica del proceso de paz.

En nuestro Consejo celebrado en Ginebra, la Internacional trató asimismo otras cuestiones referentes a Oriente Medio. Por ejemplo, pidió a Israel y a Siria que prosiguieran con las negociaciones de acuerdo con las Resoluciones de Naciones Unidas y los términos de la Conferencia de Madrid. Aunque reconoce que la trayectoria del proceso de paz entre Israel y Líbano forma parte de un contexto mayor, la Internacional insistió en que se tratara este tema por separado, respetando la soberanía y la integridad territorial de Líbano.

El Grupo de Trabajo del SIMEC, encargado de la Cuestión Kurda, que es uno de los pocos grupos de base internacional que se ocupa específicamente de la situación que atraviesan los Kurdos se reunió tres veces durante este período. La primera reunión tuvo lugar en Estocolmo en Febrero de 1998 contando con el Partido Socialdemócrata de Suecia, SAP como anfitrión. Cuatro meses después, en nuestro Consejo en Oslo, la Internacional reiteró su convicción de que no se podría alcanzar la paz en la región sin "soluciones pacíficas y justas que garanticen los derechos legítimos de los Kurdos dentro de las fronteras de cada uno de los países en cuestión."

Las siguientes dos reuniones se celebraron en París en Junio de 1998 y en Marzo de 1999 a invitación del Partido Socialista Francés, PS. Mientras tanto, en septiembre de 1998, los líderes del Partido Democrático de Kurdistán, KDP, y la Unión Patriótica de Kurdistán, PUK, de Iraq del Norte acudieron a reuniones en el Secretariado de la Internacional Socialista en Londres tras haber llegado a un acuerdo de paz y de repartición de poder en Washington. En su más reciente reunión en París, el Grupo de Trabajo publicó una declaración en la que subrayaba el derecho de Abdullah Ocalan a un juicio justo en Turquía. Asimismo recordaba la importancia que tiene la cuestión Kurda en ese país, siendo además "una gran tragedia humana de enorme complejidad histórica".

En nuestro Consejo de Buenos Aires celebrado en Junio, la Internacional se mostró satisfecha por la elección de Ehud Barak como Primer Ministro de Israel y felicitó a los partidos miembros en esa nación. La elección supuso un nuevo impulso para el proceso de Oslo, ya que Barak fijó como meta el alcanzar un acuerdo final de paz el año próximo. El acuerdo alcanzado en septiembre de este año sobre el modo de seguir avanzando en los acuerdos de Wye River supuso un paso importante a este respecto.

Mientras tanto, celebramos reuniones del SIMEC una vez más en Tel Aviv y Ramallah a finales de Octubre, como preparación para nuestro Congreso. El proceso de paz avanza de manera positiva y en París tendremos la oportunidad de intercambiar opiniones sobre los últimos acontecimientos. Sabemos por experiencia que siempre pueden aparecer dificultades. Sin embargo, el ejemplo de líderes como Willy Brandt, Bruno Kreisky, François Mitterrand, Olof Palme y Mario Soares, que iniciaron el trabajo de nuestra Internacional en Oriente Medio hace más de veinte años, nos da fuerzas, de manera que seguimos confiando en nuestra capacidad para ayudar a conseguir una paz duradera en la región.



AMERICA DEL NORTE, AMERICA LATINA Y EL CARIBE

Nuestra Internacional puede enorgullecerse de tener a sus espaldas una larga tradición en América Latina y en el Caribe, ya que durante años hemos jugado un papel fundamental en la lucha contra las dictaduras y a favor de los derechos humanos. De hecho, Willy Brandt solía decir que, así como Europa representaba el primer pilar de nuestro trabajo, América representaba el segundo.

Hoy por hoy, somos más activos y contamos con mayor presencia que nunca en la región. Hay casi cuarenta partidos miembros de la IS que provienen de más de dos docenas de países por toda Norte América, América Latina y el Caribe. Esto representa casi el mismo número de partidos que el número total de miembros con que contaba la Internacional Socialista hace veinticinco años.

Algunos de nuestros partidos miembros en esta región se encuentran en el gobierno, mientras que otros juegan importantes papeles en la vida política de sus países. Todos ellos han estado activos en nuestro Comité para América Latina y el Caribe, SICLAC, en nuestros Comités temáticos y en las actividades de nuestro Consejo, con el fin de defender los logros democráticos, de promover derechos fundamentales en aquellos lugares en los que todavía se niegan y de resistirse a las políticas económicas neoliberales que han marginado a tanta gente en esta región.

Nuestras actividades principales en la región durante el periodo entre Congresos comenzaron con la reunión del SICLAC celebrada en Santiago, Chile, en 1997, una de las mayores reuniones regionales que hemos organizado. La reciente Reunión del Consejo, celebrada en Buenos Aires, donde la Internacional hizo pública la declaración del "Consenso de Buenos Aires" representó la culminación de dichas actividades.

La reunión del SICLAC de Santiago, organizada por nuestros tres partidos miembros en Chile, el Partido Socialista, PS, el Partido Radical Socialdemócrata, PRSD, y el Partido por la Democracia, PPD, contó con la presencia de casi 150 delegados. El Comité señaló que las políticas neoliberales habían aumentado la pobreza, especialmente entre las mujeres, "las más pobres entre los pobres", y pidió que se incluyeran cláusulas democráticas y sociales en los acuerdos económicos regionales e internacionales.

El SICLAC se reunió tres veces más durante este período de tiempo, aplicando en todas y cada una de estas ocasiones los principios de la social democracia en busca de soluciones prácticas para los problemas que sufre la región. Por ejemplo, cuando el Comité se reunió en Santo Domingo en Marzo de 1998, acogido por el Partido Revolucionario Dominicano, hizo hincapié en las responsabilidades sociales de los gobiernos y recordó que la educación, en palabras de Michael Manley, "es el único medio por el cual la gente puede levantarse de su sufrimiento y su miseria". Manley, presidente honorario de la IS y presidente fundador de nuestro Comité sobre Política Económica, SICEDE, había fallecido el año anterior, dejando tras de sí un récord extraordinario de logros como líder en Jamaica y como una de las importantes figuras de la Internacional Socialista.

Uno de los temas principales de la reunión del SICLAC celebrada en Septiembre de 1998 en Caracas por invitación de nuestro partido miembro en Venezuela, Acción Democrática, AD, fue la fluctuación de los mercados mundiales y su impacto sobre las economías regionales. Adelantándose al trabajo de nuestro Consejo de Buenos Aires el año siguiente, el Comité expresó su preocupación acerca de los "efectos dañinos y no regulados" de la globalización y reafirmó la necesidad de revisar el sistema financiero internacional.

La reunión de Caracas comenzó con un tributo a la memoria de nuestro querido amigo y compañero José Francisco Peña Gómez, presidente del SICLAC durante casi dos décadas, que había fallecido escasos meses antes. Peña era un líder global en la lucha por la democracia, y el hecho de que casi todos los países de América Latina y el Caribe tengan ahora gobiernos elegidos en elecciones pluralistas y libres es parte de su legado.

Para la Internacional Socialista, la lucha por la democracia siempre ha ido de la mano con la campaña constante por la defensa de los derechos humanos, algo que fue subrayado en el Consejo celebrado en Ginebra, dónde le dimos todo nuestro apoyo a la Corte Penal Internacional, institución que nuestra Internacional ha defendido y a cuya creación dedicaron sus esfuerzos directos muchos de nuestros partidos miembros. El Consejo también reiteró el apoyo de nuestra Internacional al derecho de llevar ante los tribunales a todos aquellos que sean responsables de crímenes contra la humanidad, tras el arresto en el Reino Unido del antiguo dictador chileno Augusto Pinochet.

La última reunión del SICLAC tuvo lugar el mes pasado en Bogotá. El encuentro brindó una oportunidad para que nuestra Internacional mostrara su solidaridad con el partido miembro bajo cuya invitación se celebraba la reunión, el Partido Liberal de Colombia, PLC, y con todos aquellos que comparten los valores de la socialdemocracia en su lucha en pro de una resolución pacífica y duradera del conflicto armado que sufren. Como siempre, el Comité también expresó su apoyo a los partidos miembros que se están enfrentando a graves cuestiones nacionales en otros países, por ejemplo, las amenazas a la democracia en Perú o en Venezuela y el ejercicio de autoridad militar unilateral por parte de los Estados Unidos en Puerto Rico.

Nuestra actividad también nos llevó a celebrar seminarios y reuniones en los tres grandes países de esta región. En Julio de 1997, nuestro Comité de Autoridades Locales se reunió en Niterói, Brasil, a invitación del Partido Democrático Laborista, PDT. Delegados de América Latina, de Europa y de Africa debatieron sobre diferentes modos de fortalecer la solidaridad socialdemócrata y la cooperación entre y dentro de las ciudades.

Con la Comisión Progreso Global celebramos dos seminarios en 1999, cubriendo las regiones de América Latina y Norteamérica. El primero, que tuvo lugar en Ciudad de Méjico, acogido por nuestros partidos miembros en ese país y organizado con nuestro Secretariado, analizó la globalización desde la perspectiva de América Latina y del Caribe.

Informe (PDF)