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Gente

Deceso de Hans Janitschek, Secretario General de la Internacional Socialista (1969-1976)

21 de febrero de 2008

El día 21 de febrero de 2008, la agitada vida de Hans Janitschek llegó a su fin. Su deceso ocurrió en uno de los tantos lugares en que desempeñó sus actvidades, la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Desde su temprana adolescencia, siempre fiel y crítico con la socialdemocracia austríaca, halló su primer campo de actividad en el periodismo, inspirándose en figuras como la de Hugo Portisch.

El joven editor de ‘Sozialistische Korrespondenz’ (Correspondencia Socialista), que a menudo acompañaba al entonces nuevo presidente del Partido Socialdemócrata de Austria, SPÖ, Bruno Kreisky, en sus campañas electorales, eventualmente respondió al llamado de la Internacional Socialista en Londres. En 1969, en el Congreso de la Internacional Socialista, cuando la organización se encontraba mucho más centrada en Europa, Hans Janitschek asumió como el nuevo secretario general.

Con una energía impetuosa y lleno de ideas, trató desde un comienzo dar vida al modesto aparato de una organización a la cual los partidos miembros no asignaban ningún rol especial. A través de sus iniciativas, y en primer lugar de importancia, trató de imponer a la Internacional su rol de acompañante de las nuevas naciones libres del Tercer Mundo que se encontraba entonces en transición, y abrir la Internacional a partidos y movimientos de liberación en Asia, Africa y América Latina. Esto se hizo realidad especialmente en América Latina y el Caribe, donde líderes como José Francisco Peña Gómez, de la República Dominicana, o Carlos Andrés Pérez, de Venezuela, y Lionel Brizola, de Brazil, se unieron al trabajo de la Internacional. Al mismo tiempo, la Internacional Socialista se convirtió en una fuerza visible al frente de la lucha contra las últimas dictaduras existentes en la región del Mediterráneo, donde Hans Janitschek fue un aliado de aquéllos involucrados en la lucha, como Mario Soares, Felipe González y Andreas Papandreou.

Durante estos años la Internacional encontró además un nuevo papel que desempeñar en el Oriente Medio, donde conflictos no resueltos por décadas provocaban nuevas crisis en el mundo de la política. Bruno Kreisky logró exponer las raíces de este conflicto ocultas desde hacía mucho tiempo, la cuestión Palestina, a través de sus hoy legendarias Misiones de la Internacional Socialista al Oriente Medio, durante las cuales se dio inició a un nuevo diálogo con el Mundo Arabe. A su lado encontramos nuevamente a Hans Janitschek.

Así, el destacado papel de la Internacional, el papel que habría de desempeñar más tarde en la política mundial bajo la dirección de Willy Brandt junto a Bruno Kreisky y Olof Palme, tiene algunas de sus raíces en esta época. Habiendo traspasado sus obligaciones en la Internacional a Bernt Carlsson, Janitschek asumió, por recomendación de Bruno Kreisky, una nueva área de actividad en las Naciones Unidas en Nueva York,. En particular, tomó parte en el desarrollo del nuevo Fondo de Población de la organización e intentó con éxito involucrar en su trabajo a las grandes familias políticas mundiales, a los parlamentos y también a sectores de la sociedad civil.

De esta manera, él creó nuevos contactos entre la ONU -que hasta entonces se limitaba a menudo a contactos entre gobiernos- y formaciones políticas más a nivel de base.

Creó también para sí una nueva área de trabajo dentro de la vida política y cultural de Nueva York, convirtiéndose en el mediador entre la vida americana y Austria, una ocupación que cumplió asimismo a través de su trabajo como corresponsal de un periódico austríaco de gran circulación. Desempeñó también el oficio de escritor, especialmente como autor de biografías de conocidos representantes de la social democracia internacional.

Sus permanentes lazos con Austria y su activo interés en su desarrollo socialdemócrata, quedaron expresados en su trabajo en favor de la representación política de los Austríacos en el extranjero, especialmente de su derecho a voto.

Así, al final de su vida, nos queda la visión multifacética de un austríaco cosmopolita, formado dentro de un molde singular, que acompañó el camino de algunas de las figuras políticas claves de este mundo y que contribuyó a definir el curso futuro a seguir de grandes instituciones y organizaciones. A pesar de que algunos proyectos quedaron inconclusos, nos ha dejado un trabajo de dimensiones impresionantes.

 

Peter Jankowitsch, ex Ministro Federal de Relaciones Exteriores de Austria