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Africa

De una de época de crisis a una nueva era de partenariado inclusivo: Comité Africa de la IS se reúne en Dakar

19-20 de junio de 2009

DECLARACION DE DAKAR
                                                                                                                                                                                   Original: francés
 
El Comité Africa de la Internacional Socialista, contando como anfitrión con el Partido Socialista de Senegal, celebró su reunión en Dakar, los días 19 y 20 de junio de 2009.
 
Centrándose alrededor del tema principal de “De una época de crisis a una nueva era de partenariado inclusivo”, los debates trataron sobre tres temas:
 
A La respuesta africana a la crisis financiera global y las políticas para promover los Acuerdos de Partenariado Económico (A.P.E.);
 
B. Restaurar el proyecto democrático para prevenir el peligro despótico;
 
C. Involucrar a Africa en una nueva gobernanza democrática mundial.
 
Al término de discusiones intensas y provechosas, la reunión acordó:
 
A. La respuesta africana a la crisis financiera global y las políticas para promover los Acuerdos de Partenariado Económico (A.P.E.):
 
El Comité toma nota del fracaso de las políticas económicas neoliberales en Africa y en el mundo y considera la urgencia de reorientar las políticas hacia opciones socialdemócratas.
 
En Africa, la crisis financiera con sus consecuencias económicas, sociales e incluso políticas, afecta particularmente el poder de compra, los intercambios comerciales, las transferencias financieras, las inversiones extranjeras y la ayuda pública al desarrollo. En consecuencia, es necesario formular e implantar soluciones eficaces, para algunos a la brevedad posible y para otros dentro de un periodo de tiempo más o menos largo.
 
Dentro de este contexto, la respuesta africana a la crisis podría orientarse hacia:
 
- medidas de estabilización financiera y de relanzamiento económico para proteger y estimular el consumo, el ahorro, las inversiones y el apoyo a la economía;
 
- medidas de regulación del sistema financiero dentro del conjunto de la región y dentro de las subregiones (Africa Occidental, Africa Oriental, Africa del Norte, Africa Austral y Africa Central), para armonizar los niveles de crecimiento y de desarrollo sostenible. En este aspecto, es preciso, en primer lugar, favorecer la integración, especialmente mediante la producción para beneficiar la valorización del enorme potencial natural del continente.
 
- medidas de promoción de un partenariado diversificado, tanto con los países emergentes como con los privados, nacionales y extranjeros, para relanzar los sectores básicos de apoyo al crecimiento (educación, salud, agricultura, agua, energía, etc.) y para optimizar los sectores de alto valor tecnológico y científico.
 
En cuanto a los APE, ellos deben, partiendo del postulado de que por sí solos ellos no producen el desarrollo, integrar soluciones centradas alrededor de:
 
- la refundación del multilateralismo sobre la base de prestar una eficiente atención a las preocupaciones de los partidos africanos y europeos;
 
- el refuerzo y el éxito de la integración subregional y regional;
 
- un partenariado que sale ganador – ganar como una finalidad de los APE.
 
B. Restaurar el proyecto democrático para prevenir el peligro despótico:
 
La democracia en Africa se encuentra en peligro, a causa de las tiranías pseudo democráticas que se mantienen en el poder mediante la perversión de los valores democráticos, como la frecuente manipulación de las normas de acceso y de devolución del poder y la tentación monárquica en ciertos estados o de herederos designados que son instalados en el ámbito público y político a fin de preparar u organizar “electoralmente” una devolución de sucesión al poder. Este cuadro se hace más sombrío por la falla del sistema electoral que sufre un doble déficit de confiabilidad y credibilidad y por la resurgencia de los golpes militares que interrumpen los procesos democráticos.
 
Frente a estos peligros, es urgente volver a poner en marcha el proyecto democrático en el continente africano orientado hacia el logro de la paz y la estabilidad. Dentro de este contexto, es necesario trabajar en la promoción de una verdadera cultura democrática, adoptando valores compartidos, aceptados y respetados por los actores políticos, los ciudadanos, el poder judicial y los medios de comunicación. La creación de esta conciencia democrática implica la promoción de la ciudadanía, en favor de la responsabilidad y la capacidad de los ciudadanos.
 
Es importante igualmente dar los toques finales a la institucionalidad del poder político en Africa para, por una parte, lograr una separación real de los poderes del Estado y, por otra parte, la separación del Estado y todas las otras instituciones y fuerzas que inhiben los mecanismos democráticos.
 
Además, un cierto número de exigencias fundamentales deben ser integradas para dar sentido a la noción de buena gobernanza democrática:
 
- el libre ejercicio de los derechos y libertades individuales y colectivas;
 
- la independencia del poder judicial y de los magistrados, que no deben estar sometidos a ninguna presión del poder ejecutivo y que no deben temer por sus carreras o incluso por sus vidas debido a las sentencias que emiten;
 
- la organización de elecciones libres, transparentes, con regularidad, en una fecha determinada;
 
- el establecimiento de mecanismos y procedimientos para dar seguridad al dispositivo institucional;
 
- la instauración del diálogo como instrumento de anticipación a las crisis políticas y pacificación del ámbito político;
 
- la integración de mujeres y jóvenes a la vida política;
 
- la promoción de una cultura democrática a través de la educación sobre ciudadanía y derechos humanos.
 
C. Involucrar a Africa en una nueva gobernanza democrática mundial:
 
La evidencia constata que las viejas instituciones y las viejas regulaciones ya no permiten hacer frente a los cambios en el mundo. Aún si los signos precursores de esta refundación se vislumbran, existe la urgencia de reformar la gobernanza mundial a fin de comprometerla en responder eficientemente a los desafíos del mundo, en particular los nuevos desafíos (terrorismo, cambio climático, proliferación nuclear), que requieren de un enfoque multilateral.
 
La instauración de esta nueva gobernanza democrática a nivel mundial requiere que los pilares sean claramente identificados. El continente, junto con esforzarse por ser un modelo de democracia, debe hacer pesar su presencia para exigir una nueva gobernanza mundial basada en:
 
- la redefinición de los fundamentos éticos y filosóficos, colocando la economía bajo el control de la política y al servicio de la humanidad;
 
- la adopción de nuevos mecanismos de determinación del “bien común” y el desarrollo de espacios mundiales para debates, abiertos a los actores de fuera del estado, aceptando la idea según la cual la democracia mundial ya no debe ordenarse alrededor de la representación de los estados;
 
- la representación regional en las instituciones internacionales para favorecer la presencia de Africa en esas instituciones.
 
 
 
 



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