El Comité Mediterráneo de la Internacional Socialista celebró una reunión en Málaga los días 16 y 17 de diciembre de 2016, contando como anfitrión con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y centrando sus discusiones en “Los actuales desafíos para asegurar la democracia, las libertades, los derechos y la paz en el Mediterráneo” y “Estrategias para reafirmar nuestra visión y valores en la región Mediterránea”. Los participantes en los debates incluyeron a delegados provenientes de Argelia, Chipre, España, Francia, Grecia, Israel, Italia, Líbano, Mauritania, Marruecos, Montenegro, Palestina, Sahara Occidental, Siria, Túnez y Turquía, quienes contribuyeron con sus diferentes perspectivas sobre estos temas, reflejando la diversidad y complejidad de la región, como asimismo los valores y principios que nos unen en la Internacional Socialista.
En la sesión de apertura de la reunión los participantes escucharon las palabras de Mario Jiménez, Portavoz de la comisión gestora del PSOE y responsable de organización, quien extendió una calurosa bienvenida a todos los presentes; del Secretario General de la IS Luis Ayala, y de Ricardo Cortés, miembro de la comisión gestora del PSOE y responsable de Asuntos Exteriores, quien presidió a nombre de su partido la reunión.
Los discursos de introducción a los temas principales fueron pronunciados por Mustapha Ben Jaafar de Ettakatol, Túnez, un Presidente Honorario de la IS, y por los Vicepresidentes de la IS Ahmed Ould Daddah del RFD de Mauritania y Umut Oran del CHP de Turquía.
En las discusiones se dio una importante prioridad a los desarrollos en Siria, a la grave situación del pueblo de Alepo, y al fracaso de la comunidad internacional en prevenir o mitigar el desastre humanitario que continúa extendiéndose. Se hizo destacar que mientras casi 5 millones de refugiados sirios han buscado refugio en los países vecinos, la mayoría de los países europeos han fallado en cumplir con sus compromisos, independientemente de sus obligaciones morales y legales. Se observó igualmente que la estricta aplicación de las medidas de austeridad por parte de la UE, que causaron tanto daño a la región en su conjunto, no guarda relación con una parecida estrictez al responder a las cuotas acordadas para los migrantes, haciendo notar al mismo tiempo la evidente necesidad de que la Unión Europea retorne a sus valores fundacionales.
A seis años de la llamada Primavera Árabe, se han observado importantes retrocesos con respecto a la democracia y a los derechos fundamentales en los países involucrados, a pesar de que Túnez aún representa un ejemplo prometedor.
El reciente aumento en los ataques terroristas es causa de seria preocupación y fueron condenados rotundamente por todos los participantes, y la necesidad de abordar las causas del radicalismo fue puesta de manifiesto. Se expresó también preocupación ante la falta de consideración a derechos humanos fundamentales como resultado de las medidas de seguridad tomadas en un número de países para contrarrestar el terrorismo.
Varios conflictos que afectan a la región, tanto antiguos como recientes, fueron discutidos con la participación de partidos directamente involucrados. A este respecto, el Comité acordó una serie de propuestas tendientes a lograr una justa Paz Mediterránea, las cuales se detallan en la declaración adoptada posteriormente por la reunión.
Se consideró con optimismo la actual situación en Chipre donde se continuarán negociaciones en el mes de enero que dan esperanzas de poder llevar a una solución bizonal del largo conflicto existente, y el Comité fue unánime en su apoyo al proceso en marcha, el cual si tiene éxito, dará esperanzas a otros en la región como un buen ejemplo de coexistencia política en paz.
La agenda incluyó asimismo una discusión sobre la situación nacional en los diferentes países de la región, la cual ofreció una oportunidad a los participantes para compartir información sobre las actuales realidades en sus respectivos países, sobre el trabajo de sus partidos y los desafíos a afrontar.
El Comité adoptó la Declaración: “Una llamada a la esperanza contra la resignación: Por una mayor solidaridad con los refugiados y a favor de la Paz Mediterránea”, reflejando los principales aspectos de las discusiones.
Luego de estos debates, Ricardo Cortés inauguró un acto especial de clausura, en el cual el Comité estuvo acompañado por Susana Díaz, Presidenta del gobierno de Andalucía y Secretaria General del PSOE-Andalucía. En su discurso, Susana Díaz destacó la rica diversidad de los pueblos y países que conforman la cuenca del Mediterráneo y subrayó la necesidad de consolidar la democracia, de mejorar la economía y de que la Unión Europea coordine un plan para migrantes y refugiados, en particular para los menores que arriban sin supervisión. Puso énfasis en que no somos solamente socialistas, sino también internacionalistas, y nuestra fuerza se fundamenta en nuestros valores y nuestras ideas.
El Secretario General de la IS, Luis Ayala, se refirió a los elementos claves que dominaron las discusiones del Comité e hizo destacar los cruciales temas de Paz, Igualdad y Solidaridad, que formarán la base de nuestras discusiones en el próximo Congreso de la IS a celebrarse en Cartagena, Colombia, en marzo del 2017. También expresó que esperaba con gran interés la toma de posesión de António Guterres en su cargo de Secretario General de las Naciones Unidas, una persona con quien todos nosotros nos identificamos como socialistas y quien tendrá todo nuestro apoyo en la compleja labor que tiene por delante.
Esta reunión se lleva a cabo en un momento crítico para los países de ambas orillas, acechados por varias crisis que ponen en jaque la estabilidad y el futuro de la región. Este Comité no sólo se muestra muy preocupado por la evolución de los diferentes conflictos que afectan a nuestra área, sino también por el ensimismamiento en el que se ha sumido la Unión Europa los últimos meses.
Para este Comité se ha hecho evidente que sólo podemos abordar los problemas en el Mediterráneo contemplándolo como una sola unidad. Somos completamente interdependientes, y creemos firmemente que no podremos alcanzar la paz, la prosperidad, la democratización y la igualdad en nuestra región, si no encaramos los problemas de forma conjunta y con una visión compartida.
La guerra en Siria nos avergüenza a todos. Recordamos con consternación que después de 6 años se estima que han fallecido unas 400 mil personas, que 6,6 millones de sirios son desplazados internos y casi cinco millones han buscado un refugio seguro en países vecinos como Líbano, Jordania, Irak, Turquía y Egipto. Por el contrario, la mayoría de países de Europa ni siquiera ha acogido a los refugiados que alcanzaron sus costas después de peligrosos trayectos buscando una vida mejor y más segura, incumpliendo sus propios compromisos, y sus obligaciones morales y legales. Por esta razón, apreciamos los esfuerzos de los pocos países europeos, como Italia y Grecia, que les han abierto sus puertas.
Por otra parte, cinco años después de las llamadas Primaveras Árabes, es evidente que estos procesos democratizadores que iluminaron de esperanza la región no se han desarrollado de la manera que hubiéramos deseado. Lejos de eso, hemos observado con preocupación retrocesos considerables en materia de derechos humanos, libertades civiles y Estado de Derecho en varios países de la zona, no solo en la ribera sur del Mediterráneo como en el caso de Egipto, sino también incluso en un país como Turquía.
Además, estamos horrorizados por todos los atentados terroristas que han ocurrido en los últimos años por todo el Mediterráneo, de Estambul a Paris, de Bruselas y el Cairo a Túnez. Expresamos nuestra repulsa y condena a los recientes atentados del PKK que han golpeado Turquía en las últimas semanas, donde decenas de personas inocentes han perdido sus vidas. Nuestros gobiernos deberían enfrentarse a estas amenazas desde una perspectiva global, no sólo luchando contra los terroristas en el terreno pero también abordando las causas de la radicalización.
Somos conscientes de cómo viejos problemas en la región siguen enquistados como es el caso del conflicto palestino-israelí o el tema del Sáhara Occidental, aunque aguardamos con esperanza que las negociaciones sobre Chipre terminen pronto con éxito. Expresamos nuestra solidaridad a los partidos miembros de la Internacional Socialista que están en el gobierno en los países del sudeste de Europa y damos la bienvenida al nuevo Gobierno en Montenegro.
En este contexto, los partidos miembros del Comité del Mediterráneo de la Internacional Socialista proponemos las siguientes conclusiones y medidas para avanzar en la pacificación de los conflictos de la región, y alcanzar una Pax Mediterránea justa basada en los principios de igualdad, justicia y democracia:
Confrontar todos estos retos es nuestra misión principal como socialistas y como miembros de este Comité. No podemos resignarnos. Tenemos que seguir luchando día a día, codo con codo, para que esta frágil, pero a la vez única área que es el Mediterráneo sea más justo, seguro y próspero.
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