Print this article   Email this to a friend

Consejos

CONSEJO DE BUENOS AIRES - Construyendo el cambio

25-26 de junio de 1999

El Consejo se reunió el 25 y el 26 de junio en Buenos Aires para tratar el tema principal, "Construyendo el cambio". Los anfitriones del Consejo fueron los partidos argentinos miembros de la IS, el Partido Socialista Popular, PSP, y la Unión Cívica Radical, UCR. En total se reunieron más de 350 delegados, que representaban a casi 100 partidos, para participar en las deliberaciones.(Lista de participantes)

Fernando de la Rúa, el candidato a la presidencia por la Alianza para el Trabajo, la Educación y la Justicia, de Argentina, Jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, condujo la inauguración de la reunión. Declaró que el reto del siglo venidero es erradicar las desigualdades en el mundo. "La pobreza", señaló, "sigue siendo una triste realidad que obliga a que se adopte un cambio moral y práctico basado en la solidaridad". Haciendo hincapié en la importancia geográfica de la reunión, de la Rúa manifestó el orgullo de sus compañeros socialdemócratas de Argentina por el hecho de que el Consejo se reuniera en Buenos Aires y declaró: "Somos latinoamericanos comprometidos con un proyecto democrático inspirado en los valores de la libertad, la justicia, la igualdad y la solidaridad".

Guillermo Estévez Boero y Leopoldo Moreau dieron la bienvenida a los delegados en nombre del PSP y de la UCR respectivamente.

El Presidente de la IS, Pierre Mauroy, rindió homenaje a Raúl Alfonsín, antiguo Presidente de Argentina y líder de la UCR, quien no pudo participar en la reunión y le deseó una pronta recuperación. Latinoamérica, dijo Mauroy, estaba atravesando un período interesante ya que las elecciones presidenciales brindaban esperanzas para la consolidación de la socialdemocracia, pero no sólo en Argentina, sino también en Chile, Uruguay y en la República Dominicana, cuyos candidatos presidenciales, Ricardo Lagos, Tabaré Vazquez y Rafael Michelini, e Hipólito Mejía, participaron en la reunión. Estaba claro, prosiguió, que los retos a los que hacían frente los socialdemócratas eran universales, y concluyó diciendo que "ahora más que nunca es nuestra responsabilidad seguir la lucha por la democracia, los derechos humanos, la justicia social y la paz. Esta es nuestra vocación histórica, mantener la fe en nosotros mismos, en nuestra historia, y en todos los que han confiado en nosotros y que aún confían en nosotros hoy para apoyarles en su lucha contra la pobreza y la opresión."

Felipe González, Presidente de la Comisión Progreso Global y Vicepresidente de la IS, habló del papel de la Internacional Socialista, cuya composición era ahora verdaderamente internacional, en la nueva etapa de la economía de la información que había alterado las relaciones de producción, empleo, las relaciones económicas así como las pautas de la cultura y la comunicación a una velocidad tan grande. Con un sistema financiero "que funciona como un casino financiero internacional sin un marco regulador", los políticos, afirmó González, tenían que estar a la altura del desafío que supone pasar de la política local a la política global, mejorando al máximo las ventajas y reduciendo al mínimo los riesgos ya que, indicó, "no se ha producido una internacionalización de la política." La Internacional Socialista podría ser realmente, sostuvo, un medio de progreso mundial y un instrumento de cambio mundial, con un nuevo compromiso y una nueva estrategia en cuanto a la forma de actuar.

Massimo D´Alema, Primer Ministro de Italia, de Demócratas de Izquierda, DS, reiteró la importancia del tema de la reunión: "Construir y regir el cambio en el mundo, se ha convertido en un imperativo categórico para todos nosotros" dijo, ya que la velocidad de tales procesos, " con sus oportunidades y riesgos, han acortado la distancia entre el orden y el desorden, entre el conflicto sangriento y la coexistencia pacífica." Añadió que se precisaban nuevas normas y nuevos instrumentos para reconstruir y adaptar las instituciones internacionales al mundo de hoy, tanto en el ámbito de la política como en el de la economía y la seguridad.

El candidato de la Concertación a la presidencia de Chile, Ricardo Lagos, señaló que si bien la solidaridad, la igualdad y la libertad seguían siendo los valores fundamentales del movimiento socialdemócrata, en la actualidad también figuraban entre las preocupaciones del movimiento la estabilidad, el crecimiento económico, la eficacia y el equilibrio macroeconómico: " hay una tensión en diferentes partes del mundo entre, por una parte, los avances de la economía de mercado y, por otra, un estancamiento persistente en lo que respecta a las cuestiones sociales": Asimismo declaró que los socialistas democráticos latinoamericanos se mostraban totalmente de acuerdo con las opiniones manifestadas por sus homólogos europeos, de que era preciso que el progreso material y social fuese acompañado simultáneamente de un proceso de inclusión social.

Göran Persson, Primer Ministro de Suecia, del Partido Socialdemócrata, SAP, en una reflexión acerca de la naturaleza de la globalización, señaló: "Nosotros en la Internacional Socialista somos la única fuerza política que ha comprendido que la igualdad y el desarrollo no son incompatibles. Por el contrario, se fomentan mutuamente. La prosperidad económica no es sostenible a menos que todos disfruten de ella. "Nadie puede ganar sin desarrollo".

Costas Simitis, Primer Ministro de Grecia y miembro del PASOK, afirmó que el aprovechamiento de las fuerzas de la globalización suponía perfilar estrategias nuevas basadas en el fomento de la buena gobernabilidad, construir un nuevo sistema económico, financiero y político de gobernabilidad global; generar un desarrollo económico y social sostenible, con una distribución equitativa de la riqueza, los recursos y la información; y, forjar una nueva síntesis cultural.

Ibrahim Boubacar Keita, Primer Ministro de Mali del partido ADEMA-PASJ, destacó el punto de vista del continente africano en este mundo que cada vez está más interrelacionado. La Comisión Progreso Global, de la que es miembro, había hecho mucho por reflejar la realidad de las diversas regiones, afirmó Keita, y África esperaba ahora que la Internacional se hiciese cargo de los problemas de forma colectiva y ofreciese soluciones colectivas. África, señaló, sólo representaba una parte pequeña del comercio mundial, pero la comunidad internacional y los socialdemócratas del mundo entero en particular deberían alentar y apoyar su deseo de "valerse por sí misma".

El "Consenso de Buenos Aires" fue el resultado de las exhaustivas deliberaciones del Consejo. En este documento se afirma que a medida que el ritmo de los cambios en el mundo continúa acelerándose "el desafío es nada menos que vincular los avances materiales con el progreso social en un nuevo consenso que asegure que las consideraciones políticas van a prevalecer sobre las puramente económicas. Si bien la Internacional aprueba la economía de mercado, rechaza una sociedad de mercado."

A continuación se añadía: "A fin de que las fuerzas de cambio puedan conformarse en beneficio de todos los ciudadanos del mundo es necesario reforzar las instituciones democráticas a nivel local, nacional e internacional. Se debe promover el sistema de gobierno democrático donde todavía no existe y se deben poner en vigencia los derechos humanos en donde aún no se los respeta." Para librar la batalla contra la pobreza en el mundo se precisaba un esfuerzo conjunto de los partidos políticos, las asociaciones profesionales, los sindicatos, las empresas privadas y los gobiernos y las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales "sobre la base de intereses comunes y de una solución compartida."

En el "Consenso de Buenos Aires" se afirmó que "se necesita un consenso social a nivel mundial que conduzca hacia acuerdos concretos que promuevan el cambio social además de una estabilidad económica" y se puso de relieve la inversión en educación, la reforma de la atención sanitaria, la inversión en infraestructura; la modernización del aparato estatal, la seguridad de los ciudadanos y una mayor protección del medio ambiente como los aspectos principales.

Al mismo tiempo, señaló el Consejo, era preciso que las instituciones financieras internacionales se adaptasen de modo que "no se puede permitir que los mercados financieros mundiales pongan en riesgo la estabilidad de las naciones debido a la ausencia de regulaciones prudentes." Asimismo, se tenía que aliviar el peso de la deuda externa sobre los países relativamente menos desarrollados a fin de crear las condiciones necesarias para el progreso social en todas las regiones del mundo.

En vista del peligro continuo que representan para la paz mundial "las fuerzas nefastas de las tensiones étnicas y del nacionalismo agresivo", el Consenso declaró que incumbía a la IS contribuir al fortalecimiento de la paz mundial haciendo hincapié en su compromiso con el papel fundamental de las Naciones Unidas.

Se concluyó que: "En una era de interdependencia sin precedentes, nuestra visión de una sociedad mundial democrática, basada en la libertad, justicia e igualdad, brinda el marco dentro del cual la gente puede dar forma al mundo rápidamente cambiante en el cual vivimos para el beneficio duradero de todos nosotros."

Se aprobó una serie de resoluciones sobre la región, entre las que cabe mencionar una en la que se fomenta el diálogo entre la República de Argentina y el Reino Unido para solucionar todas las cuestiones pendientes relacionadas con las islas Malvinas/Falkland dentro del marco de las Naciones Unidas y otra en la que se manifiesta preocupación ante el deterioro del clima político en Haití, el Consejo condenó los actos de violencia que han tenido lugar en dicho país y aplaudió los esfuerzos del Consejo Electoral Provisional y de los partidos miembros de la IS. Se adoptó una declaración sobre México en apoyo de la serie de reformas electorales que se están debatiendo actualmente y en una resolución sobre Paraguay el Consejo declaró su solidaridad con los paraguayos y alentó a todas las fuerzas políticas democráticas a construir una gobierno real de unidad nacional. En su resolución sobre Puerto Rico, el Consejo manifestó su apoyo absoluto al senador Rubén Berríos Martínez, presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, PIP, y copresidente del Comité para América Latina y el Caribe, quien ha estado dirigiendo una campaña pacífica de desobediencia civil en los terrenos ocupados por la Marina de los Estados Unidos en la isla puertorriqueña de Vieques. El Consejo, preocupado por el cariz que ha tomado el proceso político en Venezuela, instó al gobierno a respetar los derechos humanos y a acatar el libre juego de la política, la tolerancia y el respeto a la disidencia política y a la libertad de opinión y de expresión.

El Consejo escuchó asimismo la intervención del Primer Ministro de Albania, Pandeli Majko, del Partido Socialista, que habló de modo conmovedor sobre la situación de su país durante la crisis en Kosovo.

El Secretario General, Luis Ayala, presentó un informe al Consejo en el que se incluía un relato de las actividades durante el período entre las reuniones del Consejo y explicó en términos generales las próximas iniciativas de la Internacional. Estaba claro, afirmó, que "nuestra agenda ha aumentado … tenemos sobre todo un mensaje global con principios y valores que se reiteran constantemente con la acción y las iniciativas de nuestra Internacional".