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Bruselas
10-11 de abril de 2000


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CONSEJO DE BRUSELAS - Plataforma Progreso Global.

10-11 de abril de 2000

El Consejo de la Internacional Socialista, presidido por el Presidente de la IS, António Guterres, y teniendo como anfitriones a los partidos belgas miembros de la IS y al Grupo Parlamentario del PSE, se reunió en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica, los días 10 y 11 de abril.

Tras dar la bienvenida a los participantes al Consejo, Elio Di Rupo, Presidente del Parti Socialiste, PS, manifestó que el trabajo permanente en torno al Progreso Global trataba cuestiones clave que preocupan a los socialistas y a los socialdemócratas. Dichas cuestiones eran, dijo, cómo construir una sociedad humana, que integre tanto la globalización económica y financiera como las nuevas tecnologías. Se trata de dar sentido a la vida de las personas, de erradicar el hambre y la pobreza en el planeta, de garantizar el respeto por los derechos humanos en todo el mundo, de hacer de la libertad individual una realidad, de ofrecer igualdad de oportunidades a todas las personas y de crear una sociedad en la que estén aseguradas la paz y la seguridad. La Internacional, concluyó, constituía la única organización política internacional capaz de "contribuir de manera decisiva al gobierno de la globalización: la única organización capaz de promover realmente la solidaridad en todo el mundo".

A lo largo de su discurso, Patrick Janssens, Presidente del Socialistische Partij, SP, se centró en uno de los desafíos de hoy en día: la sociedad basada en el conocimiento. "La brecha, que tradicionalmente separa los que tienen y los que no tienen", reflexionó, "se está convirtiendo en una diferencia entre los que saben y los que no saben. Y, deberíamos estar muy preocupados porque esta brecha crece continuamente. Obviamente, esta brecha no sólo existe dentro de las regiones y de los países, sino también entre ellos".

"Nuestro desafío consiste en crear igualdad de oportunidades dentro de esta sociedad basada en el conocimiento, tanto dentro como entre los países", donde, dijo, claramente la educación y la formación continua eran de suma importancia.

Enrique Barón, Presidente del Grupo Parlamentario del Partido de los Socialista Europeo, dio la bienvenida al Consejo en la sede del Parlamento Europeo. El edificio encarnaba, continuó, los procesos abiertos en los que la Unión Europea estaba trabajando en esos momentos, donde cada miembro mantenía su propia personalidad a la vez que afirmaba la interdependencia en áreas fundamentales tales como la política, la economía y los modelos ecológico y social. Afirmó que la UE tenía que ser consciente de su responsabilidad como una de las principales potencias globales, tanto en lo económico como en lo comercial. La globalización, afirmó, tenía que estar basada en valores compartidos, que incluían el respeto a los derechos humanos y a las minorías; y, concluyó que la Internacional, a través de su estructura y de su naturaleza, era la fuerza política mejor emplazada para responder a la globalización, y que todos los miembros de la familia eran conscientes de la responsabilidad que llevaban a sus espaldas.

El Presidente de la IS, António Guterres, Presidente del Partido Socialista y Primer Ministro de Portugal, hizo uso de la palabra y reflexionó sobre los recientes progresos y los éxitos electorales de los partidos miembros de la IS por todo el mundo. Tales éxitos incluían los de Grecia, de Georgia, de Perú, de Bosnia Herzegovina, y, desde la reunión del Congreso de la Internacional, celebrado en Nueva Zelandia, los de Mozambique, de Chile, de Croacia, de Finlandia y de Dominica. También rindió homenaje a los progresos realizados en España y en Senegal.

Plataforma Progreso Global

Refiriéndose al tema del "Progreso Global", António Guterres subrayó que, aunque los valores y los principios socialdemócratas se mantengan constantes, la familia socialista democrática global tenía que adaptarse a las nuevas circunstancias, y, asimismo, señaló dos desafíos en el mundo moderno. En primer lugar, la transición hacia una sociedad basada en el conocimiento: "Existe una respuesta socialista a la economía y a la sociedad basadas en el conocimiento, y ésta es una sociedad basada en el aprendizaje", manifestó, y que así debía ser para evitar los riesgos de la exclusión. En segundo lugar, la globalización de las economías, de los mercados, de las comunicaciones y de las culturas: "Nosotros, los socialistas, hemos aprendido a vivir y a obtener beneficios de las economías de mercado de nuestras sociedades, en nuestros países. Pero, una economía de mercado tiene que convivir con un Estado regulador y con una sociedad civil fuerte. Esto no puede decirse que sea así en el ámbito mundial. Tenemos una economía de mercado a escala mundial, que no cuenta con organismos reguladores lo suficientemente eficaces, que no cuenta con una sociedad civil que sea fuerte a escala mundial. Esta es la razón por la que la globalización ha traído consigo tantos beneficios para la humanidad, y también tantas situaciones, que son inaceptables para la humanidad". El Progreso Global, continuó, era la respuesta socialista a la globalización.

Felipe González, Presidente de la Comisión Progreso Global, puso de relieve la importancia de desarrollar una plataforma realmente global, que incluya y represente "el pensamiento, las ideas y las propuestas" de todos los miembros de esta gran familia internacional, con plataformas regionales coherentes que se encarguen de las prioridades específicas. Continuó, refiriéndose a los cambios históricos, que están teniendo lugar en el seno de la sociedad, "tan enormes que podríamos llamarlo un cambio de era", y que requieren un debate sobre los elementos y los conceptos con miras a definir la nueva situación y a tener en cuenta los aspectos positivos y negativos de la globalización. Dichos cambios históricos eran el avance de la sociedad del 'conocimiento' o de la 'información' y de 'la nueva economía'.

Felipe González subrayó que la fuerza motora para el debate futuro no debería sólo ser "que queramos hacer que la nueva sociedad sea compatible con la cohesión social en cada sociedad y en el ámbito internacional, sino que queremos mostrar un modelo que sea más sostenible, tanto social como económicamente". Esto, dijo, tendría en cuenta el medio ambiente, la paz, la estabilidad política y la gobernabilidad a todos los niveles.

Volviendo al tema del papel de la IS como instrumento para el progreso global, Felipe González afirmó: "Somos la organización más extensa y amplia, con el mayor número de militantes, hombres y mujeres, simpatizantes y votantes del mundo… Es una organización con un potencial inimaginable para cambiar la realidad que proponemos cambiar para todos".

Tras una serie de intervenciones, se acordó que el debate continuaría en la siguiente reunión, ocasión durante la cual se aprobaría una "Plataforma de Progreso Global", que incorporaría la óptica del movimiento así como sus políticas y sus valores.

Campañas de la Internacional Socialista.

Otro tema central del trabajo del Consejo, celebrado en Bruselas, consistió en discutir cuatro campañas, que fueron acordadas y puestas en marcha por la Internacional. Los objetivos de estas diversas campañas eran: ‘Condonar la deuda de los países más pobres y asegurarles un acceso irrestricto de sus productos al mercado’; ‘Priorizar de manera urgente la lucha contra la pobreza en Africa’; ‘Poner fin a la violencia contra la mujer’ y ‘Abolir la pena de muerte’.

António Guterres manifestó que cada una de estas campañas tenían que ir dirigidas a la opinión pública y que tenían que movilizar las fuerzas de la Internacional para ser aplicadas a escala mundial.

Declaró que era inaceptable que, en el seno de la sociedad moderna, existieran 1.300 personas por todo el mundo esperando a ser ejecutadas, y lo que es aún más inaceptable que la pena de muerte continuara existiendo en los países más desarrollados del mundo.

De igual manera, el hecho de que la violencia contra las mujeres continuara siendo un problema diario en el siglo veintiuno era algo que no se podía tolerar y que representaba "una violación básica del principio de igualdad".

Con respecto a la situación de la deuda de los países más pobres, era evidente, declaró António Guterres, que a menos que existiera una muy clara voluntad política a favor de la condonación de la deuda, el problema no se resolvería. El objetivo de la campaña de la IS consistía en cancelar la totalidad de la deuda de los países más pobres en el año 2001.

Africa, señaló, era un continente "en el que la globalización ha demostrado no haber tenido ningún éxito", y añadió: "nosotros ponemos a las personas en primer lugar, y debemos poner a las personas en primer lugar allí donde es más difícil que puedan disfrutar totalmente de las condiciones de ciudadanía". Por lo tanto, la lucha contra la pobreza en Africa era una cuestión de máxima prioridad.

Al introducir la campaña a favor de la condonación de la deuda de los países más pobres, François Hollande, Primer Secretario del Partido Socialista, PS, Francia, lanzó el lema "deuda cero en el año 2001" en una campaña que pedía la cancelación real de la deuda en lugar de los hasta ahora "insuficientes y parciales" esfuerzos. Propuso tres iniciativas para promover dicho objetivo.

En primer lugar, François Hollande hizo un llamamiento a la movilización en Europa. "La misión de la Internacional Socialista consistirá en vigilar y en asegurarse de que los europeos, los Quince, hayan cancelado los créditos que se mantienen sobre los países más pobres", dijo. En segundo lugar, pidió que los Estados Unidos se implicaran en la condonación de la deuda, a través de organizaciones como el G8, con el fin de que tomen más conciencia y se comprometan más con esta cuestión. En tercer lugar, François Hollande habló de la necesidad de actuar con las instituciones financieras internacionales con miras a cambiar el método de intervención en el tratamiento de la deuda. Promovió, a iniciativa de la IS, "un encuentro entre todas las ONGs que trabajan no sólo en el sentido de cancelar la deuda de los países más pobres, sino también en torno a la utilización de los márgenes económicos que podrían ser liberados de esa manera".

François Hollande concluyó su discurso de apertura haciendo hincapié sobre el hecho de que la campaña no iba dirigida a Africa exclusivamente, sino a todos los países más pobres y con mayores deudas. Añadió que una vez alcanzado dicho objetivo de cancelar la deuda de los países más pobres, la acción debería continuar con miras a reducir la deuda de los países intermedios, que sufren enormemente en su desarrollo a causa de una carga excesiva relacionada con el estado de sus deudas. Finalmente, expresó su deseo de que la campaña aumentase la capacidad de los países más pobres con el fin de que puedan pasar a formar parte y a democratizar las organizaciones internacionales.

Ousmane Tanor Dieng, Primer Secretario del Partido Socialista, Senegal, presentó la campaña a favor de convertir la lucha contra la pobreza en Africa en una prioridad urgente. Al hacerlo, señaló la urgencia de las demandas de los países del Sur para combinar "un desarrollo humano sostenible con una democracia pacífica". Con 250 millones de personas pobres en el África sub-sahariana, lo cual representa el 45 por ciento de la población, el desafío de ver alcanzado dicho objetivo y de mantener los resultados cuando se obtengan sigue siendo un reto muy concreto.

Teniendo en cuenta que el siguiente Consejo de la IS se celebrará en Africa, Tanor Dieng pidió que " a escala nacional cada país, cada partido, desarrolle un programa nacional con el fin de combatir la pobreza y pidió, asimismo, que los Gobiernos socialdemócratas europeos sean los primeros en poner en marcha acciones específicas en el ámbito internacional: hacer esta muestra de solidaridad constituiría un ejemplo para el mundo"; otros países nórdicos deberían también poner en marcha este tipo de acciones. Pidió que las instituciones, como el Banco Mundial y el FMI, tomaran conciencia de "la dimensión social de los reajustes y, por lo tanto, de la lucha contra la pobreza". Además, sugirió que las ONGs, que luchan contra la pobreza en los países en vías de desarrollo, deberían estar asociadas a este tipo de acciones y se las debería hacer tomar conciencia de que su trabajo está de acuerdo con lo que los gobiernos están llevando a cabo en Africa. Para concluir, subrayó que la reducción o la condonación de la deuda y la lucha contra la pobreza eran dos objetivos relacionados entre si.

La Presidenta de la Internacional Socialista de Mujeres, Mª Dolors Renau, presentó la campaña destinada a acabar con la violencia contra las mujeres. Se mostró satisfecha de que la campaña se pusiera en marcha en este momento, y se refirió a la violencia contra las mujeres como "un problema para toda la sociedad".

Después de aportar muy diversas estadísticas relacionadas con la violencia contra las mujeres en el mundo, Mª Dolors Renau declaró que es "un fenómeno difícil de erradicar" y que es "la más abierta manifestación de desigualdad". Explicó que los derechos humanos para las mujeres siempre tardan más en llegar, tras una prolongada lucha y siempre de forma más débil," antes de añadir que, "aunque el 92 por ciento de la violencia es cometida por los hombres, éste es un problema que atañe a la familia y a toda la sociedad".

Mª Dolors Renau continuó diciendo que la violencia contra las mujeres era una cuestión política de gran importancia y que "el Estado tiene el deber de proteger a todos sus ciudadanos". Pidió un nivel de tolerancia cero, ya que no podía existir ninguna razón pública o privada que justificara la violencia contra las mujeres.

Aunque declaró que no podía dar una fecha definitiva en la cual la violencia contra las mujeres debería haber desaparecido, Mª Dolors Renau planteó algunos objetivos. En primer lugar, pidió la aplicación de los compromisos alcanzados en Beijing. En segundo lugar, instó al Parlamento Europeo a promulgar una directiva universal dentro de la Unión Europea con miras a acabar con la violencia contra las mujeres. En tercer lugar, abogó por que los tribunales penales internacionales deberían considerar las violaciones en tiempo de guerra como crímenes contra la humanidad. En cuarto lugar, pidió que cambiara la legislación que regula el status de los refugiados para que cubra a aquellas mujeres que han sido o temen ser atacadas. En quinto lugar, pidió que se elaboraran planes integrados para formar a las fuerzas de seguridad. Finalmente, señaló que debería existir un comité que vigilara las imágenes de los medios de comunicación y analizara aquellos contenidos que fomenten la violencia contra las mujeres.

Para concluir, Mª Dolors Renau declaró que "es fundamental que esta campaña sea para todos los socialistas, tanto hombres como mujeres, comprometidos con el respeto básico de los derechos humanos".

El tema de la cuarta campaña, la abolición de la pena de muerte, fue presentado, en nombre de Walter Vetroni, Secretario Nacional de los Demócratas de la Izquierda, Italia, por Luigi Colajanni.

"La pena de muerte constituye la violación más insufrible de la dignidad humana y del derecho fundamental más importante, el derecho a la vida". Manifestó que existían demasiados países en los que la pena de muerte aún seguía vigente. Sin embargo, mencionó a Ucrania y a Albania, ya que ambos países habían firmado el sexto protocolo de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos, que prevé la abolición definitiva de la pena de muerte en tiempos de paz. También, se sentía animado por los Estados Unidos, "dónde cada ejecución pone de manifiesto un insoportable contraste con la civilización de esta gran democracia", ya que un estado, Illinois, había declarado una moratoria sobre la pena de muerte, a causa de los numerosos errores judiciales.

En un llamamiento directo, se dirigió a aquellos reunidos en el Consejo para que "Europa ponga en marcha de nuevo su iniciativa para solicitar que Naciones Unidas aprueben una moratoria sobre la pena de muerte, una resolución que suspenda las ejecuciones de penas capitales en todos los rincones del mundo, con la perspectiva de su abolición total".

En respuesta al argumento en contra de la interferencia en los asuntos internos de un Estado, declaró que "no creemos, incluso respetando las culturas y la diversidad, los distintos tipos de economías y sociedades, que el mundo pueda renunciar a su respeto por los derechos humanos fundamentales". Continuó diciendo que "creemos en la verdadera 'modernización' de estos derechos, en un nuevo equilibrio entre el principio de soberanía nacional y el de la salvaguardia de los derechos humanos, en la limitación de los conceptos tradicionales que excluyen la presencia del juicio y en el comportamiento moral en el ámbito de la política internacional". Citó sucesos acaecidos en Kosovo, en Chechenia, en Birmania y en el Tibet para ilustrar su argumento, antes de referirse a "un nuevo internacionalismo —que ya no es ideológico, sino ético y político— en la izquierda". A continuación, habló a favor de una "reforma de Naciones Unidas y de sus instrumentos, primero a través de la introducción en el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas de una referencia explícita al principio, a la casuística y a los modos de intervención internacional antes de que se produzcan violaciones evidentes de los derechos humanos".

Sugirió que la desaparición de la pena de muerte "sería una gran e indiscutible señal de progreso moral y civil". Concluyó haciendo un llamamiento a la Internacional con miras a que utilizara todos sus argumentos y su fuerza "a favor de una verdadera 'globalización de los derechos humanos".

Otras decisiones.

Luis Ayala, Secretario General de la IS, presentó al Consejo las propuestas para los Comités y los Grupos de Trabajo que deberían establecerse para el próximo período y así avanzar el trabajo de la Internacional en diversas áreas del mundo y en temas particulares que afectan a todos sus miembros, además de las propuestas para sus Presidentes respectivos. Describió las próximas reuniones y las iniciativas futuras de la Internacional programadas para este año y presentó una serie de carteles que habían sido especialmente diseñados para ilustrar y promover las cuatro campañas de la IS.

De acuerdo con las propuestas recibidas, se establecieron los siguientes Comités y Grupos de Trabajo y se eligieron sus respectivos Presidentes: Comité Africa - Ousmane Tanor Dieng (PS, Senegal); Comité para Asia y el Pacífico - Helen Clark (NZLP, Nueva Zelandia) y Takako Doi (SDP, Japón) como Co-Presidentas; Comité para Europa Central y Oriental, SICEE - Piero Fassino (DS, Italia) y László Kovács (MSzP, Hungría) como Co-Presidentes; Grupo de Trabajo sobre el 'Pacto de Estabilidad' - Petre Roman (PD, Rumania); Comité para América Latina y el Caribe, SICLAC - Raúl Alfonsín (UCR, Argentina) y Anselmo Sule (PRSD, Chile) como Co-Presidentes; Comité Mediterráneo - Raimon Obiols (PSOE, España); Comité Oriente Medio, SIMEC — Thorbjørn Jagland (DNA, Noruega); Grupo de Trabajo del SIMEC sobre la Cuestión Kurda (SAP, Suecia); Comité sobre la Economía, Cohesión Social y el Medio Ambiente - Christoph Zöpel (SPD,Alemania); Grupo de Trabajo sobre la Organización Mundial del Comercio - Erkki Tuomioja (SDP, Finlandia); Grupo de Trabajo sobre el Acuerdo de Kyoto - Siri Bjerke (DNA, Noruega); Comité de Autoridades Locales - Hermes Binner (PSP, Argentina); y Comité sobre la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos - Milos Zeman (CSSD, República Checa).

De igual manera, el Consejo designó a los miembros del Comité de Administración y Finanzas de la IS, SIFAC, y propuso a Gunnar Stenarv (SAP, Suecia) como Presidente.

El Consejo también acordó el futuro envío de misiones de alto nivel a Rusia, a Oriente Medio y a Africa Central.

También, aprobó una serie de declaraciones y de resoluciones sobre cuestiones y desarrollos que requerían atención urgente por parte de la organización, incluyendo las situaciones de Algeria; Belarus; Birmania; Guinea; Haití; Mozambique; Oriente Medio; Perú; República Dominicana; Sáhara Occidental; Togo; Ucrania y Venezuela.

Lista de participantes