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Consejos

CONSEJO DE CASABLANCA - Paz, seguridad, desarrollo

31 de mayo-01 de junio de 2002

DECLARACION SOBRE LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE EL DESARROLLO SOSTENIBLE (Johannesburgo, 26 de Agosto - 4 de Septiembre 2002)

Gobernabilidad y sustentabilidad globales: Objetivos de la Socialdemocracia Global

Original: inglés

  • La Internacional Socialista apoya la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible que se celebrará en Johannesburgo del 26 de Agosto al 4 de Septiembre de 2002, como también apoyó la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, que formuló los principios fundamentales y el programa de acción para lograr el desarrollo sostenible. Hace un llamamiento a los líderes políticos a establecer en Johannesburgo un nuevo partenariado global que aborde consideraciones de orden económico, social y medioambientales.

La Internacional Socialista, como una organización no gubernamental con estatus consultivo Categoría I en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, invita a sus partidos miembros a nominar representantes en su delegación a la Cumbre.

  • La Internacional Socialista reitera su firme compromiso con los principios de Río y la plena implementación de la Agenda 21.

El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin menoscabar la capacidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. La sostenibilidad, por tanto, no sólo abarca la política ambiental y la del desarrollo en el ámbito nacional e internacional, sino que también es el principio que sirve de guía para la gobernabilidad global y para una nueva política interior mundial encaminada hacia la paz duradera, la justicia, la seguridad, el bienestar, la democracia y el fomento de la diversidad cultural. Es imperativo adoptar un compromiso para la implementación de los tres pilares del desarrollo sostenible: el crecimiento económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente.

Los resultados de las Comisiones Brandt, Palme, Brundtlandt y Carlsson/Ramphal abrieron el camino para el consenso político global que desembocó en los conceptos de la sostenibilidad y la gobernabilidad globales, aportaciones cruciales de la socialdemocracia a la solución de los retos globales. La Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Naciones Unidas, celebrada en Río en 1992, sentó las bases para una nueva agenda global con una ronda de conferencias globales en torno a varios aspectos de la sostenibilidad global, como la Conferencia sobre la Población (Cairo 1994), la Cumbre Social (Copenhague 1995), La Conferencia de la Mujer (Pekín, 1995), la Conferencia sobre Asentamientos Humanos (Estambul, 1996) y últimamente la Conferencia sobre la Financiación del Desarrollo (Monterrey, 2002). Estos procesos se caracterizan por un deseo común de lograr la igualdad, la solidaridad, el respeto a la naturaleza y la responsabilidad compartida en el manejo del desarrollo económico, social y medioambiental en el plano mundial.

  • La Internacional Socialista asume un compromiso con los objetivos acordados internacionalmente, con las resoluciones de las grandes Conferencias de Naciones Unidas y los tratados posteriores a 1992, y con los resultados de la Asamblea del Milenio de Naciones Unidas.

  • En Noviembre de 2000, en la reunión del Consejo celebrada en Maputo, la Internacional Socialista adoptó la "Plataforma para el Progreso Global" que subraya la interdependencia entre el medio ambiente y el desarrollo como elemento fundamental en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Subrayó asimismo la necesidad de crear sociedades capaces de erradicar la pobreza y de prosperar dentro de los límites que fija la propia naturaleza. La erradicación de la pobreza y la reforma de los sistemas insostenibles de producción y consumo son los objetivos primordiales del desarrollo sostenible y requisito imprescindible para fomentar la protección del medio ambiente. La buena gobernabilidad en todos los países sin excepción y la gobernabilidad global en el ámbito internacional son imprescindibles para el desarrollo sostenible. En el ámbito nacional, el desarrollo sostenible se basa en una política medioambiental, social y económica, en la existencia de instituciones democráticas que sepan responder a las exigencias del pueblo, en el Estado de derecho, en la lucha contra la corrupción y contra el terrorismo, en la igualdad entre los géneros y en fomentar la inversión. La brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo demuestra que hay una necesidad continua de crear un ambiente económico internacional dinámico y habilitante que fomente la cooperación internacional - especialmente con relación a las finanzas, a la transferencia de tecnologías, a la deuda y el comercio - y la plena y efectiva participación de países en desarrollo en la toma de decisiones de ámbito global, a fin de mantener o acrecentar el impulso hacia el desarrollo sostenible. La paz, la seguridad y la estabilidad son imprescindibles para lograr un desarrollo sostenible que beneficie a todos por igual.

  • La Internacional Socialista reitera las conclusiones del Consejo de la IS en Lisboa (29—30 de junio de 2001) y las de la reunión del Comité sobre la Economía, Cohesión Social y el Medio Ambiente celebrada en Nueva York (15—16 de febrero de 2002). La Internacional Socialista apoya las propuestas del Grupo de Trabajo del PES sobre el Desarrollo Sostenible.

  • La Internacional Socialista desea contribuir al éxito de la Cumbre de Johannesburgo. Reconoce y aplaude la labor que las organizaciones y partidos miembros han llevado a cabo en torno al tema del desarrollo sostenible. La Internacional Socialista insta a todos sus partidos y a sus miembros que están en el parlamento o en gobierno, a cooperar y adoptar iniciativas firmes e innovadoras a fin de promover el desarrollo sostenible. La Internacional Socialista espera que sepan formular medidas concretas para financiar esas iniciativas y llevarlas a cabo.

 

Una visión socialdemócrata del desarrollo sostenible

  • La Internacional Socialista hace hincapié en el hecho de que la brecha entre ricos y pobres, tanto dentro de cada nación como en las distintas regiones del mundo, sigue agrandándose; en el surgimiento de nuevas formas de exclusión social relacionadas con el avance tecnológico; en una creciente concentración de poder financiero y económico que se ve complicada con la propensión a las crisis fiscales; en un desafío crítico a los valores democráticos representativos en el contexto de la globalización; en la conflictividad continua entre naciones y dentro de ellas; en una creciente degradación y disminución de los recursos naturales. Los principales retos medioambientales son: el cambio climático debido al recalentamiento global; el agujero en la capa de ozono; la reducción en la variedad de especies; la degradación de tierras agrícolas y de las aguas pluviales; la contaminación tóxica y el consumo excesivo, todo lo cual constituye un peligro para la base misma de la vida. Esta es la razón por la cual es necesario encauzar el proceso de globalización para que sea inclusivo y adoptar en cada nación una política interior mundial cuyo objetivo es el desarrollo sostenible.

  • La Internacional Socialista es la abanderada de una visión social que propugna el desarrollo sostenible por medio del reconocimiento de los derechos fundamentales individuales y colectivos. Somos capaces de integrar las agendas medioambientales y de desarrollo, es decir, una agenda capaz de responder a los deseos de justicia sin dañar la bioesfera, ya que la equidad ya no puede separarse de la ecología. Nuestra visión está basada en un modelo socialdemócrata que se caracteriza por el bienestar para todos, empleo pleno y justo, solidaridad internacional y un medio ambiente sano. En la nueva visión del futuro, la perspectiva ambiental, junto con la económica y social, es fundamental para una sociedad basada en la democracia, la solidaridad y la justicia.

  • La Internacional Socialista consta de partidos políticos tanto del mundo desarrollado como de los países en desarrollo, muchos de ellos en gobierno en la actualidad. Gracias a esta circunstancia la Internacional Socialista puede desempeñar un importante papel emprendiendo iniciativas y propiciando las negociaciones en el proceso político. Cerrar la brecha entre las sociedades ricas y pobres es fundamental para lograr soluciones y avanzar hacia el desarrollo sostenible.

 

Satisfacción de las necesidades de los países en desarrollo

  • La Internacional Socialista subraya que los compromisos adoptados en la Cumbre de Río no han sido plenamente cumplidos; es más, los esfuerzos realizados han agravado la profunda brecha entre el mundo desarrollado y los países en desarrollo que temen que las restricciones ambientales tendrán por efecto dejarles todavía más rezagados en la carrera global por el desarrollo económico.

  • La Internacional Socialista comprende que los países en desarrollo pueden llegar al proceso de Río+10 con la visión de que los países desarrollados no han cumplido los compromisos adoptados en 1992. Se ha registrado una disminución general en las ayudas al desarrollo en comparación con hace 10 años. Solamente unos cuantos países - Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y los Países Bajos - cumplen el objetivo del 0,7 por ciento de PNB. La ayuda al desarrollo debe organizarse de manera menos burocrática y estar enfocada en la educación, la salud y los programas sociales. Por otra parte, las inversiones extranjeras directas han aumentado, pero aún no son suficientes, y no han beneficiado a la mayoría de los países menos desarrollados. Africa, sobre todo, se está quedando muy rezagada. La Internacional Socialista considera que éste es un reto político importante.

  • La Internacional Socialista acentúa la necesidad de proporcionar a los países en desarrollo los medios necesarios para la implementación de esos acuerdos a fin de que puedan conseguir el objetivo del desarrollo sostenible. La Cumbre de Johannesburgo debe precisar cuáles son las fuentes de financiación y tecnología necesarias y fijar objetivos y plazos para su implementación.

La erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible

  • La Internacional Socialista subraya que la erradicación de la pobreza es el reto global más importante en la actualidad, la máxima prioridad para los países en desarrollo y requisito indispensable para el desarrollo sostenible. Como ya lo dijo Indira Gandhi hace trienta años, "la pobreza es el peor contaminante y la lucha contra la pobreza es también la lucha por un medio ambiente mejor". La degradación medioambiental es un obstáculo que impide poder ganarse el sustento de una forma sostenible y que afecta mayormente a los pobres. Es por tanto imprescindible que las estrategias y procesos nacionales para disminuir la pobreza abarquen cuestiones de tema medioambiental.

  • La Internacional Socialista es de la opinión que la pobreza es resultado no solamente de falta de recursos sino también de un déficit de poder. Las estrategias para erradicar la pobreza deberán centrarse en el refuerzo de los derechos y las oportunidades. Esto es especialmente así para las mujeres, sobre quienes, junto con los niños, recae el mayor peso de la extrema pobreza. Potenciar a las mujeres constituye un elemento central de las estrategias para la erradicación de la pobreza. Las mujeres a menudo no tienen acceso a la educación y a la capacitación y son las que cuentan con menos calificaciones como fuerza laboral, tienen las menores posibilidades de adquirir derechos de propiedad y suele suceder que las costumbres y normas culturales propician su explotación. En consecuencia, la igualdad entre ambos géneros y la perspectiva de género es importante para la Internacional Socialista, y debe quedar también reflejada en el proceso Río+10.

  • La Internacional Socialista enfatiza que la realización de los objetivos que proclama la Declaración del Milenio de la ONU con relación a la pobreza y el hambre - y que consisten en reducir a la mitad, antes de 2015, la proporción de la población mundial cuyos ingresos diarios representan menos de un dólar al día y la proporción de la población que sufre de hambre y no tiene acceso a agua potable - exige tomar medidas a todos los niveles encaminadas a:

- establecer con nuevos recursos un Fondo Mundial de Solidaridad para la Erradicación de la Pobreza y la Promoción del Desarrollo Humano en las regiones más pobres del mundo a fin de lograr los objetivos que proclama la Declaración del Milenio de la ONU y distribuir más justamente los Bienes Públicos Globales;

- dirigir las ayudas al desarrollo a los países menos desarrollados y a los pueblos más necesitados;

- disminuir la deuda de los países menos desarrollados y condonar la de los países más pobres;

- incorporar la buena gobernabilidad, como por ejemplo el respeto a los derechos humanos, a la democracia, al Estado de derecho, que representan la base fundamental para la reducción de la pobreza y para promover el potencial de los pobres;

- prestar servicios básicos de salud pública para todos y reducir los peligros medioambientales para la salud con especial referencia a la propagación del VIH/SIDA y otras enfermedades contagiosas, teniendo presente los vínculos que conectan entre sí la pobreza, la salud y el medio ambiente.

- asegurar que en todas partes tanto niños como niñas terminen la escuela primaria y tengan igualdad de acceso a todos los niveles de enseñanza;

- promover una agricultura y desarrollo rural sostenibles a fin de erradicar la pobreza y asegurar la provisión de alimentos, diversificación de las economías rurales y un mejor acceso de los productos agrícolas al mercado y a la información de mercado, incluyendo la reducción de los subsidios que distorsionan el comercio y el medio ambiente y otras barreras al comercio que se levantan en los países desarrollados, respetando al mismo tiempo el medio ambiente y los criterios de carácter socioeconómico;

- detener la explotación insostenible de los recursos hidrícos, formulando estrategias democráticas transparentes, descentralizadas para su manejo en los ámbitos regional, nacional y local y salvaguardando su calidad;

- diseñar un programa de acción para la promoción de fuentes de energía renovables y eficientes. Esto debería enfocarse principalmente en los países en desarrollo, pero sin descuidar la necesidad en los países desarrollados de cambiar sus patrones de producción y consumo;

- promover la integración de medidas para combatir la desertificación y para prevenir sequías e inundaciones en políticas y programas de erradicación de la pobreza;

- contribuir a la formulación, adopción y puesta en efecto de políticas, estrategias y programas de urbanización sostenible y gestión urbana como herramientas para erradicar la pobreza urbana y rural en los países en desarrollo;

- el diseño de viviendas y edificios está conectado estrechamente al consumo de energía. Es importante introducir materiales que no dañen el medio ambiente y la mejor tecnología disponible.

  • La Internacional Socialista proclama la necesidad de lograr los objetivos de la Iniciativa 20/20 de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social celebrada en Copenhague en 1995 cuando los gobiernos acordaron, por compromiso mutuo entre países en desarrollo y desarrollados, destinar una media del 20 por ciento de sus presupuestos nacionales y 20 por ciento de sus ayudas oficiales al desarrollo, incluyendo sus contribuciones a organizaciones multilaterales y ONGs, a programas sociales básicos. Estos incluyen los programas básicos de salud, incluyendo la salud reproductiva, programas de seguridad alimentaria, el agua potable y el saneamiento.

 

Reforma de las pautas insostenibles de consumo y producción

  • La Internacional Socialista subraya que la prosperidad de los países industrializados se basa principalmente en el sobreconsumo de los recursos naturales finitos del mundo. Es pues indispensable llevar a cabo una reforma fundamental de las pautas de consumo y producción de las sociedades a fin de lograr el desarrollo sostenible mundial. El cinco por ciento más rico de la población mundial es responsable del 86 por ciento del consumo mundial total y el 20 por ciento más pobre tan sólo del 1,3 por ciento. Las amenazas globales, como el cambio climático o la extrema pobreza, proclaman la necesidad de estas reformas, como también el hecho de que los países industrializados tienen la obligación moral de impulsar los cambios necesarios.

  • El cambio de las pautas insostenibles de consumo y producción exige:

- la confección de un programa orientado a una explotación más eficiente de los recursos a fin de promover el desarrollo social y económico dentro de límites que los ecosistemas puedan tolerar, con la correspondiente disminución de la degradación de los recursos naturales;

- aumentar la inversión en sistemas de producción más limpios y ecoeficientes en todos los países por medio de incentivos y programas de apoyo;

- implementar las recomendaciones y conclusiones de la IX Sesión de la Comisión para el Desarrollo Sostenible respecto a un consumo de energía consonante con la situación nacional en cada país;

- promover un enfoque integrado de políticas en torno a servicios y sistemas de transporte en el ámbito nacional y regional, destacando medidas y planificación para la explotación del suelo, infraestructura, sistemas de transporte público y redes de distribución de bienes;

- prevención y minimización de desechos, maximización de reutilización y reciclaje, con la participación del gobierno y de todas las partes interesadas, a fin de lograr una explotación más eficiente de los recursos;

- un nuevo compromiso para una gestión sana del principio de precaución consistente en manejar la explotación de productos químicos a lo largo de su vida útil protegiendo la salud pública y el medio ambiente.

 

Protección y gestión de la base de recursos naturales para el desarrollo económico y social

  • La Internacional Socialista hace hincapié en el hecho de que las políticas medioambientales no representan una carga sino que son necesarias para asegurar un desarrollo económico y social sostenible. Los recursos naturales y medioambientales representan la base indispensable para el bienestar y el avance humano. Las actividades humanas tienen un creciente impacto en la integridad de los ecosistemas. La explotación de los recursos naturales de una forma integrada y prudente es indispensable para el desarrollo sostenible. Es pues necesario poner en efecto estrategias orientadas a proteger todos los ecosistemas y a llevar a cabo una gestión integrada del suelo, el agua y los recursos vivos, a la vez que reforzar la capacidad regional, nacional y local. No sólo no debe haber un sobreconsumo de recursos con el fin de generar el crecimiento económico, sino que también es necesario que la política económica de todos los países incorpore el concepto de la "ecoeficiencia".

  • La Internacional Socialista cree firmemente que a la larga la economía que observa criterios "verdes" y aprovecha las nuevas tecnologías puede contribuir a un desarrollo más equitativo y más inocuo para el medio ambiente.

  • La Internacional Socialista insta a la movilización y financiación de bienes públicos globales, lo que en términos generales constituye un reto enorme para la comunidad de naciones, que en la actualidad registra un creciente acercamiento. Por tanto, para promover las políticas de desarrollo es imprescindible analizar todas las propuestas planteadas para la financiación de los bienes públicos globales, su mantenimiento y prestación. La Internacional Socialista subraya la necesidad de un sistema de impuestos global sobre las transacciones de monedas internacionales, sobre las fuentes de la contaminación global y sobre el comercio de armas.

  • La Internacional Socialista hace hincapié en el hecho de que el recalentamiento global es el mayor peligro para la vida en el planeta. Los científicos están más seguros que nunca; las actividades humanas afectan el clima y resultan en un cambio climático. Los países pobres son los más afectados por el recalentamiento global, porque sufren las consecuencias más directamente y porque carecen de la tecnología y de los recursos económicos para hacerle frente. Los países industrializados tienen la especial responsabilidad de reducir las emisiones, si bien los países menos desarrollados y los países pobres también deben contribuir a este esfuerzo. Los compromisos hechos por los países hasta la fecha respecto a emisiones no son suficientes.

  • La Internacional Socialista propugna la cooperación entre el mundo desarrollado y los países en desarrollo con miras a reducir las emisiones, con la adopción por parte de los países más ricos de un compromiso para la transferencia de conocimientos, tecnología y recursos financieros.

  • La Internacional Socialista insta a la pronta ratificación del Protocolo de Kioto. Todas las partes firmantes deben terminar el proceso de ratificación a fin de que el protocolo entre en vigor con anterioridad a la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. La Internacional Socialista hace un llamamiento a los Estados Unidos a unirse a la lucha contra recalentamiento global.

 

El desarrollo sostenible en un mundo globalizante

  • La Internacional Socialista pone de relieve la necesidad de plantear el concepto de buena gobernabilidad en el ámbito nacional tanto como internacional como criterio subyacente en Johannesburgo. Se necesitan acuerdos concretos a fin de alcanzar este objetivo. Esto es de aplicación a cuestiones de carácter medioambiental tanto como al concepto más amplio de gobernabilidad para el desarrollo sostenible. Ello implica que es menester poner a prueba las estructuras internacionales y los organismos existentes para la gobernabilidad. Johannesburgo debe servir también para llegar a esta etapa. La propuesta para el establecimiento de una "Comisión Mundial para la Sostenibilidad y la Globalización" es muy importante.

  • La Internacional Socialista subraya que es menester que la globalización funcione para el éxito del desarrollo sostenible. Esto implica la reforma de las políticas de comercio y ayuda al desarrollo, que deben ser evaluadas en función de sus efectos para el desarrollo sostenible. La lucha contra la pobreza y el mayor acceso a los mercados para los países más pobres son elementos importantes de un programa para el desarrollo sostenible. Respecto a la financiación, a la transferencia de tecnología, al desmantelamiento de subsidios que representan una barrera al comercio, y al status de la dimensión medioambiental con relación a la política comercial, es imprescindible fijar medidas concretas. En cuanto al tema de financiación, se han hecho algunos avances — incluyendo el desarrollo de un mayor papel para las compañías multinacionales en el financiamiento al desarrollo - en la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Monterrey (México, 2002), pero es necesario lograr mucho más.

  • La Internacional Socialista pone énfasis en que la globalización ha estado hasta ahora limitada a algunos sectores de la economía mundial, principalmente en las esferas del transporte, la comunicación y las finanzas, pero ha omitido a la mayoría de los países en desarrollo. Existe la necesidad de tener, después de Doha, una ronda de negociaciones comerciales que permitan un mejor acceso a los mercados a los países en desarrollo, y especialmente a los menos desarrollados. La iniciativa de la UE, Todo Menos Armas, podría servir de ejemplo para la abolición de cuotas y tarifas para las naciones menos desarrolladas. Existe también la necesidad de otras organizaciones regionales de libre comercio. Los países en desarrollo podrían ganar mucho si tuvieran un mejor acceso a los mercados de unos y otros. La mayoría del comercio internacional es regional y no global.
  • La Internacional Socialista insta a todas las instituciones globales y regionales responsables de un aspecto concreto en la vida económica o social a que contribuyan más al desarrollo sostenible global. Es imprescindible para el cambio que respondan mejor a sus obligaciones políticas, sobre todo en la adopción de políticas coherentes. El mundo necesita un marco institucional para el desarrollo sostenible capaz de acomodar políticas integradas para la toma de decisiones con una base sólida de conocimientos y para la participación.

  • La Internacional Socialista pone de relieve que una condición previa para el desarrollo sostenible es que los mercados financieros tomen en cuenta criterios de carácter económico, social y ecológico. Debe asignarse a los acuerdos internacionales en el campo social y medioambiental y a la OMC una igual importancia y deben operar de manera que ofrezcan la posibilidad de un apoyo recíproco. La perspectiva social y medioambiental debe ser reforzada en la próxima ronda de negociaciones comerciales y la OMC tendrá que cumplir su papel en ese proceso, así como también los sindicatos. Todos los países tienen que comprometerse a observar la agenda de Doha. El comercio mundial crece continuamente a ritmo acelerado. Esto conlleva el crecimiento económico y la prosperidad para muchas partes del mundo. A la vez, surgen nuevos retos. Sin embargo, el rápido incremento en los movimientos de población, bienes y finanzas también plantea problemas nuevos y graves que tienen que ser remediados con efectividad por medio de normas y controles. El libre comercio conlleva un mayor transporte de bienes, que a su vez implica un reto en lo que concierne al medio ambiente. La Internacional Socialista contribuirá activamente a un avance real en el campo de la globalización medioambiental. A pesar de que el comercio ha traído consigo grandes beneficios, un reto importante hoy en día es el de la protección del consumidor, la adopción de salvaguardas para que la globalización no sea perjudicial y para proteger de la explotación a los ciudadanos de las naciones pobres tanto como a los ciudadanos más pobres de todos los países. La clave del desarrollo sostenible radica en que todos los países, y en especial los países ricos, estén dispuestos a participar en la gobernabilidad internacional y controlar los crecientes mercados financieros.

  • La Internacional Socialista insta a todos los países a participar en la creación del desarrollo sostenible y de un partenariado global basado en la solidaridad y la igualdad entre los países y continentes.

 

Prioridades para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible:

- El acuerdo de la Cumbre de Johannesburgo debe incluir un plan de acción a fin de cumplir los compromisos de la Agenda 21 y la Declaración del Milenio de la ONU. Debe centrarse en torno a medidas factibles y en recursos tales como la financiación pública y privada, la ampliación de capacidad y la transferencia de tecnología;

- Promover la explotación responsable de los recursos naturales, estableciendo una clara distinción entre el crecimiento económico y el consumo del medio ambiente;

- Reforzar y ampliar las estructuras para el desarrollo sostenible global;

- La plataforma medioambiental global tiene que ser fortalecida desarrollando el PNUMA, tanto financiera como institucionalmente, con el objetivo a largo plazo de crear una Organización Mundial para el Medio Ambiente;

- Debe crearse una Comisión Mundial sobre la Sostenibilidad y la Globalización;

- Para alcanzar un "nuevo convenio global", la Internacional Socialista urge la creación de un Consejo de Seguridad Económico de la ONU. Este Consejo de Seguridad Económica ofrecería un liderazgo permanente en temas económicos, sociales y medioambientales. El Consejo vigilaría y coordinaría la acción de las distintas agencias de la ONU, tales como el Banco Mundial, la OMC, la OIT, el FMI y los bancos regionales de desarrollo. Podría también proponer nuevos recursos para el desarrollo y la protección social y medioambiental;

- La promoción de la igualdad de género y el potenciar a las mujeres debe quedar reflejada en el proceso de Río+10; debe asimismo dedicar una especial atención a las estrategias para reducir la pobreza;

- Debe asegurarse la plena participación de las mujeres en el proceso de toma de decisiones sobre el desarrollo sostenible en la gestión medioambiental que incida en cuestiones de género;

- Cumplimiento del objetivo de dedicar el 0,7 por ciento del PNB de los países desarrollados a ayudas al desarrollo conforme a una cronología concreta;

- Necesidad de contar con mayores fuentes de recursos para financiar el bienestar global - aparte de ayudas al desarrollo - que podrían incluir recursos de impuestos internacionales, como por ejemplo gravar el comercio de armas y las transacciones especulativas de divisas;

- Educación, formación vocacional, desarrollo de tecnologías limpias y la transferencia de tecnologías, son áreas clave para la sostenibilidad global;

- El tema de la nutrición mundial y la producción agraria;

- El problema de la escasez de recursos hídricos. Es menester tomar medidas concretas en Johannesburgo orientadas a poner en práctica los resultados de la Conferencia Internacional sobre el Agua Dulce (Bonn, diciembre de 2001);

- Un programa de acción para promover las fuentes renovables de energía y la eficiencia energética;

La política de los países desarrollados hacia los países más pobres del mundo debe dar a éstos más acceso a los mercados y permitir la condonación de la deuda, sobre todo para aquellos países que hayan adoptado medidas internas para aliviar la pobreza;

- Es necesario adoptar un régimen de comercio abierto y equitativo en el que los tratados comerciales se evaluarían según sus efectos para el desarrollo sostenible;

- Los subsidios a la agricultura y a la pesca que puedan considerarse insostenibles desde una perspectiva ecológica y como barreras comerciales desde el punto de vista económico, deben ser reformados y a la larga suprimidos de una manera aceptable socialmente;

Las convenciones internacionales, sobre todo las de la OIT, relativas a la salud, derechos laborales y el medio ambiente, deben ser respetadas en el marco regulador de la OMC;

- Acceso a medicamentos a precios justos para los países en desarrollo a fin de combatir enfermedades como el VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis.

  • La Internacional Socialista hace un llamamiento para el reforzamiento de la dimensión parlamentaria global en el proceso de toma de decisiones internacional en el siglo XXI. Las organizaciones internacionales de partidos deberían tener un status especial dentro del Sistema de Naciones Unidas, diferente al de ONG.

  • La Internacional Socialista reconoce la importancia del nivel local y de las autoridades locales en la promoción de la sostenibilidad. Para tener éxito, necesitamos innovar las soluciones locales y los partenariados de apoyo a las personas a nivel local. El éxito de la Agenda 21 se debió principalmente al hecho de que las propuestas y su implementación estaban basadas en la comunidad local.

  • La Internacional Socialista es de opinión de que la Cumbre de Johannesburgo debe estar basada en los logros y la experiencia de las organizaciones de la sociedad civil.

  • Esta Cumbre debe crear espacios que permitan mantener con regularidad un diálogo entre las instituciones internacionales, los gobiernos, las autoridades locales, las ONG y los representantes de la sociedad civil.

  • La Internacional Socialista hace un llamamiento a la comunidad internacional en todas sus manifestaciones - pública, privada y cívica - a trabajar por que el aniversario "Río+10" culmine en una gran reunión global que sepa encauzar y mantener el ímpetu de la campaña ecológica internacional. La Cumbre de Johannesburgo debe demostrar que hay un "partenariado global" entre los países desarrollados y en desarrollo. Los países desarrollados deben asumir una mayor responsabilidad ambiental y social. Los países en desarrollo deben estar dispuestos a adoptar formas más sostenibles de progreso y a asumir una mayor responsabilidad a fin de superar los problemas globales.