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Consejos

CONSEJO DE OSLO - Solidaridad Global

18-19 de mayo de 1998

RESOLUCION SOBRE EL ORIENTE MEDIO

Original: inglés

El Consejo de la Internacional Socialista, reunido en Oslo los días 18 y 19 de mayo de 1998, considerando las gravísimas condiciones que imperan en el Oriente Medio como consecuencia del estancamiento del proceso de paz:

Expresa su profunda inquietud ante el estancamiento en que se encuentran todas las vías del proceso de paz, lo que puede conducir al escalamiento de la violencia;

Confirma su firme convicción de que el proceso de paz debe fundamentarse en los principios y las bases de la legitimidad internacional tal y como se formulan en las resoluciones 242, 338 y 425 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, e igualmente en los principios adoptados por la Conferencia de Madrid para la Paz en 1991 y en los Acuerdos de Oslo y, en primer lugar, en el principio de Tierras por la Paz;

Reafirma que estos principios y compromisos, tendientes a una paz permanente y estable, prevén la retirada de los israelíes de territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados, permitiendo a los palestinos ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y el establecimiento de un Estado palestino independiente, e igualmente la necesidad de respetar el derecho de todos los pueblos de la región de vivir en un clima de paz y de seguridad, a fin de consagrar sus esfuerzos a la construcción y al desarrollo nacionales;

Apoya los esfuerzos desplegados actualmente por EE.UU., la Unión Europea, Egipto, Noruega y otros para ayudar a las partes a cumplir sus compromisos, incluyendo el redespliegue, la liberación de prisoneros, el libre tránsito entre Gaza y Cisjordania, las operaciones del Aeropuerto de Gaza y la construcción del Puerto de Gaza, conforme a los Acuerdos de Oslo, a fin de abordar las negociaciones sobre un status final que permita resolver los problemas relativos a Jerusalén, a los asentamientos, a los refugiados y a las fronteras;

Reitera que Israel tiene una especial responsabilidad por volver a encarrilar el proceso de paz y hace un llamamiento al gobierno israelí a renunciar a sus medidas unilaterales, en particular aquéllas de sanciones colectivas que debilitan la confianza mutua, y a poner fin inmediatamente a sus políticas de asentamiento que apuntan a establecer una situación de hecho en los territorios ocupados;

Condena en los términos más enérgicos el terrorismo, el asesinato de civiles, hombres, mujeres y niños. La Autoridad Palestina no debe ahorrar ningún esfuerzo a objeto de destruir el terrorismo y aislar a los terroristas. Es también obligación del gobierno israelí poner fin a las actividades extremistas. No son solamente las vidas humanas las que están en juego, sino también el proceso de paz en si mismo;

Subraya la importancia de conceder ayuda a la Autoridad Palestina y de procurar cualquier otra forma de asistencia al pueblo palestino con el fin de mejorar sus condiciones de vida;

Hace un llamamiento a Israel y Siria a reanudar las negociaciones sobre la vía siria en base a las resoluciones de las Naciones Unidas y en los Términos de Referencia de la Conferencia de Madrid. La resolución 425 de la ONU, relativa a la vía libanesa, debería también ser aplicada.

Reitera que la Unión Europea, en un continente vecino al Oriente Medio - con su potencial político y actual apoyo económico - debería desarrollar un papel cada vez más importante en la búsqueda de la paz.

Reitera su convicción de que una paz real y duradera no será posible en la región si no se toma en consideración el tema de los Kurdos. Se hace pues necesario que la comunidad internacional centre su atención en este tema y presione a los gobiernos relevantes a que den comienzo a profundas reformas democráticas y favorezcan soluciones políticas, negociadas, pacíficas y justas que garanticen los legítimos derechos de los Kurdos dentro de las fronteras de cada uno de los países correspondientes.

Desde Oslo, la cuna del primer Acuerdo de Oslo y Declaración de Principios, el Consejo de la Internacional Socialista apela a la comunidad internacional y a todas las fuerzas amantes de la paz a que revigoricen y consoliden sus esfuerzos para lograr la instauración de una paz duradera en el Oriente Medio.