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Santiago
06-07 de noviembre de 2006

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CONSEJO DE SANTIAGO - Gobernabilidad, energía y cambio climático, nuevos horizontes para la paz

06-07 de noviembre de 2006


COMISION DE LA INTERNACIONAL SOCIALISTA PARA UNA SOCIEDAD MUNDIAL SOSTENIBLE 

Los cambios trascendentales ocurridos en el mundo en las dos últimas décadas han abierto mayores oportunidades para hacer avanzar la causa de la libertad, la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, a pesar de las expectativas, las instituciones globales que se precisan en estos momentos de cambios para superar los conflictos y rectificar las divisiones sociales y la desigualdad, aún no han sido creadas.

Por el contrario, en diferentes partes del mundo se confrontan ahora nuevos y más difíciles dilemas políticos que socavan la viabilidad de las instituciones políticas a nivel nacional, regional y global. Al mismo tiempo, los conflictos se vuelven más graves y surgen nuevas amenazas a la seguridad conjuntamente con el aumento de los efectos del calentamiento global y del cambio climático cada vez más perjudiciales para el planeta.

Con el fin de desarrollar la estrategia común y visión socialdemócrata para abordar los nuevos desafíos políticos, sociales y medioambientales de hoy, la Internacional Socialista establecerá una Comisión para una Sociedad Mundial Sostenible. Este organismo incluirá tanto a figuras políticas destacadas de diferentes regiones del mundo como a representantes de la sociedad civil y a nuevos actores que trabajan con los partidos políticos en el proceso democrático; la decisión sobre su membresía será tomada por acuerdo del Presidium de la IS. La Comisión informará al próximo Congreso y su mandato y enfoque de trabajo se centrarán en tres objetivos:

  1. Diseñar y presentar propuestas para implementar formas democráticas de gobernabilidad global como fundamento para construir una sociedad mundial en paz y sostenible en todos sus aspectos;
  2. Planificar las maneras en que desequilibrios sociales y desigualdades económicas puedan ser rectificados a través de nuevas formas de gobernabilidad;
  3. Evaluar la amenaza del calentamiento global y del cambio climático y desarrollar una política global de energía como fundamento de toda respuesta a esa amenaza.

1) Diseñar y presentar propuestas para implementar formas democráticas de gobernabilidad global como fundamento para construir una sociedad mundial en paz y sostenible en todos sus aspectos

Hacer los cambios necesarios para construir una sociedad mundial sostenible requiere de una inmensa voluntad política y de nuevas formas de gobernabilidad para lograr una acción coordinada a cada nivel, especialmente entre naciones y organismos internacionales.

Crear una estrategia para la paz y la preservación global e implementar la maquinaria gubernamental e institucional para llevarla a cabo sólo será posible si se adhiere a la idea de una humanidad compartida y las personas en todas partes toman conciencia de que ellos son ciudadanos globales.

Los principios y valores mantenidos por largo tiempo en la Internacional Socialista, su fe en un mundo interdependiente y su presencia en cada continente, hace de ella la única organización política capaz de promover con éxito tal esfuerzo.

Un aspecto esencial para la realización de una forma más justa y efectiva de gobernabilidad global es la reforma de las Naciones Unidas, y los Estados miembros de la ONU deben redoblar sus esfuerzos por revitalizar y remodelar esta institución indispensable basada en una interacción democrática entre naciones y en respuestas multilaterales más firmes y coordinadas a los desafíos que el mundo enfrenta. La Comisión de la IS para una Sociedad Mundial Sostenible dará un nuevo sentido de urgencia a esta tarea.

2) Planificar las maneras en que desequilibrios sociales y desigualdades económicas puedan ser rectificados a través de nuevas formas de gobernabilidad

Una de las principales tareas de la nueva gobernabilidad global debe ser asegurar que los beneficios del crecimiento económico global y las oportunidades para el desarrollo económico sean distribuidos de manera justa.

Demasiadas personas en diferentes regiones del mundo están quedando rezagadas, exacerbándose con ello las divisiones sociales, las diferencias culturales y la desigualdad dentro de y entre las naciones.

Las nuevas propuestas deben incluir la plena participación de las mujeres en todas las esferas -política, cívica, económica y social- porque son ellas las que más sufren la desigualdad y los conflictos y, cuando se les da la oportunidad, contribuyen de la manera más efectiva a los esfuerzos por alcanzar la justicia social, la paz y la seguridad.

Otro foco igualmente crítico para la Comisión será la juventud, en particular su protección a través de la educación y el cuidado de la salud, ya que es la generación más joven la que heredará la tarea de mantener la lucha para reducir la pobreza y asegurar que el crecimiento económico se traduzca en un empleo digno que garantice un adecuado nivel de vida.

3) Evaluar la amenaza del calentamiento global y del cambio climático y desarrollar una política global de energía como fundamento de toda respuesta a esa amenaza

Ya no es cuestión de si, sino de cuándo empezarán a hacerse sentir en el planeta los catastróficos efectos del calentamiento global, alterando fundamentalmente el clima y el medio ambiente de la Tierra y afectando negativamente la capacidad de la humanidad para responder a todos los problemas y desafíos que ya enfrenta, haciendo de muchos de ellos algo peor o más difícil, yendo desde la pobreza, la enfermedad, la violencia criminal y el conflicto armado, a los derechos humanos, el desarrollo económico, la migración de las personas y el desarme.

La Tierra ha existido por millones de años pero la pregunta de hoy es si el comportamiento humano alterará de tal manera el planeta que eventualmente éste ya no sea capaz de sustentar la vida humana, o si la humanidad puede cambiar a tiempo de dirección para preservar suficientemente la actual forma de la Tierra para asegurar un medio ambiente capaz de sustentar las vidas de las futuras generaciones de seres humanos.

Dado el conocido efecto que la quema de combustible fósil tiene en el calentamiento global, como asimismo la marcada alza de precios de tales combustibles, promover y mejorar el uso de fuentes alternativas de energía es cada vez más importante para contrarrestar la amenaza y lograr un desarrollo sostenible de largo plazo.

Para que el cambio climático pueda ser encarado efectivamente, y para que el irreparable daño que ya está afectando al medio ambiente sea minimizado, el mundo debe avanzar sin tardanza hacia el mayor uso posible de fuentes de energía renovables.

Desarrollar un paradigma fundamentalmente nuevo para el uso de la energía y reestructurar la economía global consecuentemente con ello, requerirá de un sólido, experimentado y sostenible liderazgo político en combinación con el trabajo de las mejores mentes de la comunidad científica.