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Consejo

CONSEJO de PARIS: economía mundial – cambio climático – resolución de conflictos

15-16 de noviembre de 2010

CIUDADANIA GLOBAL DE BIENESTAR
La Alternativa de la Internacional Socialista a la Irreponsabilidad Social Global

Original: inglés


1. En su declaración “Conduciendo la Economía Mundial hacia un Nuevo Camino”, la Internacional Socialista introdujo la idea política de la Ciudadanía Global de Bienestar como la base para un orden global socialmente inclusivo en su XXIII Congreso en Atenas en 2008. La declaración establece que: La globalización neoliberal ha erosionado la capacidad de los estados para dirigir sus economías de acuerdo a objetivos dados, tales como pleno empleo, crecimiento o redistribución tributaria. Pero estos son objetivos globales. Se necesita una mayor cooperación y coordinación globales para poder alcanzarlos.

Regulación, redistribución y bienes públicos son los principios sobre los cuales está basado el Estado de Bienestar, y se han convertido ahora en la base de un orden global de inclusión social.
 
  • La regulación debe ser sostenible e implementada efectivamente.
  • La redistribución tiene que ser socialmente justa.
  • Los bienes públicos deben ser accesibles a todos.

En sus declaraciones en Consejos posteriores, la IS explicó en detalle el alcance político que sustenta la noción de ‘Ciudadanía Global de Bienestar’.

2. La crisis financiera global con sus devastadores efectos en el desarrollo económico global en 2009 y la emergencia de la crisis en 2010 con sus efectos sociales inaceptables sobre los derechos humanos sociales, distribución de la riqueza e ingresos, y sobre la seguridad social en muchos países ha demostrado cuán necesaria es esta noción socialdemócrata sobre la Ciudadanía Global de Bienestar. Esto significa que todo ser humano tiene el derecho legal a la seguridad social garantizada por el estado la cual debe ser observada por la comunidad de estados actuando en solidaridad. Solamente de esta manera se pueden lograr las mismas oportunidades para todos. Ya es tiempo de que nosotros los socialdemócratas elaboremos y promovamos esta noción decididamente. De la misma manera, debe ser posible percibir las diferencias de desarrollo, de condiciones sociales globales, tales como las desigualdades en las condiciones socioculturales de las regiones y países del mundo, las que deben estar claramente visibles en nuestra estrategia global de responsabilidad política.

3. Los fundamentos normativos de nuestra posición han estado vigentes desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y la fundación de las Naciones Unidas. Estos fundamentos incluyen la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Acuerdo Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, como también las Convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La primera ha sido ratificada en nombre de la aplastante mayoría de los seres del mundo, incluyendo 1.1 mil millones de habitantes de la India en 1979 y 1.3 mil millones de habitantes de China en 2001.

La seguridad social es vinculante y establecida como un derecho humano en estos acuerdos. A este respecto, son particularmente importantes los Artículos 6 y 9. El derecho al trabajo está consagrado en el Artículo 6, en tanto que los estados signatarios del Acuerdo reconocen el derecho de cada ser humano a la seguridad social en el Artículo 9. Esto incluye el derecho al seguro social.

El Acuerdo también toma en cuenta que no todos los estados individuales están en posición de establecer y salvaguardar el orden social respectivo y desarrollo estipulado en estos acuerdos. Esto requiere de una solidaridad internacional, es decir global. El Art. 2(1) estipula que “Cada Estado parte del presente Acuerdo se compromete a tomar medidas, individualmente y a través de la ayuda internacional y la cooperación, especialmente económica y técnica, al máximo de sus recursos disponibles, con miras a lograr progresivamente la total realización de los derechos reconocidos en el presente Acuerdo por todos los medios adecuados, incluyendo en particular la adopción de medidas legislativas.”

Las disposiciones del Art.2 sirven de base para la Ciudadanía Global de Bienestar. Para implementar el artículo 2 se crean varias instituciones y se establecen instrumentos como el fondo mundial de solidaridad.

4. Es verdad que ha sido posible establecer la Ciudadanía de Bienestar en Europa gracias al alto nivel de desarrollo económico. Sin embargo, es una equivocación verlo sólo como un elemento de competitividad y creer que es, por lo tanto, solamente posible en los estados ricos. En un mundo que busca superar las diferencias en el desarrollo, los principios políticos de la Ciudadanía de Bienestar pueden ser refrendados y aplicados a todos los estados y regiones del mundo. Esto está demostrado con ejemplos en muchos estados del mundo, por ejemplo Japón hace ahora muchas décadas. Muchos estados menos desarrollados ya han tomado estas medidas con éxito, México, Brasil y Chile. Argentina, China, India, Tailandia, Ghana, Mozambique y Sudáfrica han introducido importantes elementos tales como beneficios familiares, acceso a la educación y a servicios de salud. Camboya, Ecuador, Burkina Faso, Togo y Benín se han comprometido recientemente a dar comienzo a sus propias Instancias de Protección Social.

América Latina también ha ido avanzando en esta dirección durante estos últimos diez años. La seguridad social puede y es así mejorada con un incremento del producto nacional.

Mirando hacia atrás desde los comienzos del Siglo XXI, las perspectivas para el desarrollo global sostenible formuladas por la Comisión Norte-Sur de la ONU bajo la presidencia de Willy Brandt y por la Comisión para el Desarrollo Sostenible bajo la presidencia de Gro Harlem Brundtland, constituyen la Ciudadanía Global de Bienestar.

Se ha hecho cada vez más evidente durante estas últimas dos décadas que los procesos tecnológicos y societales que habían conducido el desarrollo en Europa Occidental y América del Norte desde el Siglo XIX, se han convertido en globales desde el Siglo XX.

La producción industrial ha sido posible para la gran mayoría de los estados y, por lo tanto, para sus ciudadanos. Los niveles de desarrollo, con China, India y Brasil -que representan más del 40 por ciento de la población mundial- a la cabeza, han ido en constante crecimiento.

El número de niños por mujer ha bajado y con este hecho la familia tradicional ha perdido su función social de proveer una comunidad de seguridad social.

Las expectativas de vida aumentan, lo que significa una mayor necesidad de cuidado a la salud de las personas de edad.

Estas tendencias globales representan un desafío para el Estado de Bienestar. Pero la Ciudadanía Global de Bienestar no es sólo un desafío sino que ofrece también grandes oportunidades y compensaciones. Una seguridad social más extendida eleva la productividad, reduce la pobreza de manera más rápida y disminuye las desigualdades económicas y la inestabilidad política. Actualmente, cuatro de cinco personas del mundo no se benefician de un nivel de protección social que les permita realizar su derecho humano a la seguridad social. Asegurar un nivel básico de protección social y por ende a una vida decente para esas personas –muchos de los cuales luchan por sobrevivir- es una necesidad y una obligación bajo los Instrumentos de Derechos Humanos. Este es el objetivo de la iniciativa de una Instancia de Protección Social iniciada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La Instancia de Protección Social promueve el acceso a esenciales transferencias de seguridad social y servicios sociales en las áreas de la salud, agua y sanidad, educación, alimentación, vivienda, información sobre ahorros de vida y activos. Pone énfasis en la necesidad de implementar políticas coherentes y coordinadas de protección social y de empleo para garantizar servicios y transferencias sociales a lo largo del ciclo de vida, prestando una particular atención a los grupos vulnerables.

5. Los estados de Bienestar se caracterizan por:
• Alto empleo;
• Un mercado laboral con un movimiento sindical fuerte e independiente y fuertes acuerdos colectivos;
• Seguro de empleo;
• Un fuerte sector público;
• Un régimen tributario justo;
• Educación y capacitación para todos;
• Sistemas sociales y de pensiones eficientes;
• Servicios de salud para todos.

Los estados de bienestar se desarrollan sobre la base de valores como la justicia social, la solidaridad y pleno empleo. Estos valores no son lo contrario de una economía dinámica y un desarrollo sostenible.

5.1 Los estados de bienestar forman parte de una economía de mercado democrática con propiedad privada. Las características clave de la organización social en los estados de bienestar son:
• Finanzas públicas fuertes a través del ciclo económico. No es solamente una cuestión de reducir la vulnerabilidad de la economía abierta, es también la base para una economía con buen funcionamiento, con baja inflación y altos aumentos en los salarios reales.
• Sectores públicos fuertes, donde la salud, la educación y la capacitación pertenecen mayoritariamente al sector público, tienen una orientación universal e incluyen a todos.
Los niveles de impuestos totales en los estados más desarrollados son más altos que en otros estados, pero ellos también buscan hacer los salarios más equitativos. Un aceptable nivel y eficiencia de tributación es la mejor manera de evitar déficits presupuestarios.

5.2 Puentes sociales – una política que proteja a los trabajadores y al empleo. Existen tres tipos principales de puentes sociales, aprendizaje a lo largo de toda la vida, ajustes a los seguros y una re-introducción a la vida laboral. Al proveer puentes sociales se crea una sociedad flexible y dinámica pronta a hacer ajustes, aún si esto es difícil.

5.3 La igualdad de género, incluyendo la igualdad en los salarios, es una parte esencial de la justicia social y los derechos humanos y por lo tanto, una parte integral del estado de bienestar. Los aspectos importantes incluyen: Políticas designadas a ayudar tanto a hombres como a mujeres a combinar una vida de trabajo con la maternidad/paternidad y la vida privada. Centros de cuidado infantil de alta calidad y un permiso maternal/paternal compartido. El sistema entrega: igualdad de género y, por lo tanto, un alto nivel de empleo. La igualdad de género contribuirá a la reafirmación personal de las mujeres.

5.4 La integración de los jóvenes en sus sociedades dependerá en gran medida del progreso de la ciudadanía global de bienestar.

6. Mayor información y conciencia de los valores básicos dentro de los Estados de Bienestar son los primeros pasos hacia ideas y estrategias políticas que tendrán un efecto positivo sobre el desarrollo, incluso en los estados menos desarrollados. El principal desafío es explicar la interconexión entre la implementación de una protección social que funciona de manera adecuada, inclusión social, igualdad de oportunidades e impuestos suficientes y justos.

Es necesario iniciar un debate global sobre cómo convencer a los ciudadanos de que una seguridad social financiada públicamente es beneficiosa para todos. En muchos estados, la legislación sobre impuestos y la recolección de impuestos son un verdadero y comprensible problema.

7. Este concepto del Estado de Bienestar contradice al trabajo informal y la seguridad social informal que prevalece en la mayoría de los países alrededor del mundo. Todo esto debe ser superado paso a paso, pero de manera sostenible, para lograr un desarrollo exitoso en el Siglo XXI.

Las transferencias de seguridad social son particularmente difíciles de implementar en los estados menos desarrollados, ya que la principal parte del empleo en estos países tiene lugar en la economía informal.

Esto crea la posibilidad de que los partidos políticos progresistas contribuyan a establecer una protección social en la economía informal.

Globalmente, hasta un 90% de las relaciones empleador/empleado están basadas en el trabajo informal; esta cifra es particularmente alta en los estados menos desarrollados. El empleo informal puede adquirir diferentes formas, pero estos diferentes tipos comparten un elemento común: que no son reconocidos oficialmente y, por lo tanto, los empleados no tienen la posibilidad de beneficiarse de la protección social legal. Este hecho afecta sobre todo a los sectores más débiles de la sociedad, tales como los jóvenes, las mujeres o los trabajadores migrantes.

Se discuten diferentes perspectivas sobre este problema: el punto de vista legal con respecto a leyes laborales y también derechos humanos, el papel de la sociedad civil, especialmente con respecto a la organización de los trabajadores en sindicatos, y abordar la seguridad social en la economía informal con base en el género.

El tópico más controvertido es el impacto de la ley:

Por una parte, es casi invisible al considerar sus efectos inmediatos. Esto se debe a que los problemas al implementar la legislación, especialmente en estados menos desarrollados que a menudo sufren de la existencia de gobiernos débiles.

Por otra parte, la estructura legal es a la larga un medio muy importante para mejorar la situación de los trabajadores informales. De hecho, una ley laboral bien estipulada puede ayudar a que los trabajadores informales se organicen ellos mismos y eventualmente se pronuncien por su derecho a la seguridad social como complemento al Acuerdo Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

El segundo tema importante es la organización de los trabajadores y más específicamente el papel de los sindicatos en la economía informal, incluyendo la importancia de la sociedad civil como un sustituto del apoyo gubernamental.

El concepto de Ciudadanía Global de Bienestar contribuirá al desarrollo sostenible, incluyendo los desafíos para abordar el cambio climático, y para un aceptable movimiento libre de capital y personas, incluyendo la igualdad de derechos para los migrantes.