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CONSEJO

CONSEJO DE REPUBLICA DOMINICANA - Un momento clave para un futuro sostenible - el camino a seguir por los socialdemócratas

23-24 de noviembre de 2009

 

Introducción por el Secretario General de la Internacional Socialista, Luis Ayala 
 
Esta reunión de nuestro Consejo en Santo Domingo, acogida por nuestros compañeros del PRD en la senda recorrida por uno de los grandes de nuestro movimiento, de José Francisco Peña Gómez, está destinada a ser un nuevo referente desde Santo Domingo, una de las capitales del compromiso y de los esfuerzos de siempre del socialismo democrático por mayor justicia, por más sustentabilidad, seguridad, y más democracia en estos tiempos de la política global.
 
Este encuentro tiene lugar en un momento clave, como lo dice nuestra agenda, en el que la comunidad internacional se enfrentará en las próximas semanas y en los próximos meses a decisiones de gran trascendencia que determinarán el tipo de sociedad en la que viviremos en los próximos años.
 
Consecuentemente, y de acuerdo a las metas y objetivos que nos hemos propuesto como Internacional, y a fin de asegurar que estas decisiones sienten nuevas bases sobre las que podamos construir un futuro distinto para todos nosotros, nuestra organización ha estado y está trabajando para aportar su visión, sus propuestas y su acción en las materias que hoy y mañana discutiremos en este Consejo.
 
En primer lugar abordaremos lo que hemos llamado un nuevo pacto con la naturaleza, que debe reflejarse en los compromisos que la comunidad internacional asumirá en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Copenhague que se inicia la segunda semana de diciembre. La Comisión para una Sociedad Mundial Sostenible de la Internacional Socialista, tras dos años de intensos trabajos y de reuniones en los distintos continentes, ha construido un amplio consenso del socialismo democrático, expresado en el Informe de esta Comisión sobre el único camino posible, el del desarrollo sustentable.
 
Este sólido documento contiene nuestras propuestas con miras al escenario global post- Kyoto. Ahí se señala con nitidez el camino a recorrer para transitar de un mundo altamente consumidor de energía y productor de emisiones de carbono a una sociedad global ambientalmente conciente y comprometida en la lucha contra el cambio climático. El trabajo de la Comisión tiene el gran mérito de haber integrado en sus diálogos y propuestas a actores que no pueden sustraerse del debate si se quiere construir una respuesta a la altura de este inmenso desafío. Se asocian en el informe las miradas de países desarrollados y en desarrollo; respuestas aportadas desde la ciencia y también desde la voz de responsables políticos. Las deliberaciones de Santo Domingo en esta materia están destinadas a hacer sentir aún con mayor energía nuestra posición de socialdemócratas en la Conferencia de Copenhague.
 
El segundo tema de nuestro Consejo se dirige a examinar la actual fase y consecuencias de la situación de degradación económica que ha golpeado al planeta desde 2008 y en particular avanzar propuestas progresistas para enfrentar la desigualdad, generar empleo y disminuir la pobreza. La Internacional Socialista, tras el inicio de la crisis financiera, puso rápidamente en funcionamiento una Comisión especial para formular recomendaciones frente a este fenómeno, la que ha estado sugiriendo medidas y una verdadera hoja de ruta para pensar y construir una nueva arquitectura financiera internacional ubicando en el centro de ella a los ciudadanos.
 
Esta Comisión, presidida por el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, tuvo su última reunión en la Universidad de Columbia el pasado mes de septiembre, oportunidad en la que formuló una propuesta al Presidium de nuestra organización frente al G20 en su reunión de Pittsburgh. Regulación, y nuevos órganos de gobernanza responsable de las finanzas internacionales, entre otras de sus prioridades, son algunos de los puntos que la Comisión ha avanzado. Estas demandas no son nuevas para nuestro movimiento y expresan coherencia y compromiso permanente por poner a la gente –antes que a los mercados- en el centro de nuestras preocupaciones.
 
La Comisión ha puesto énfasis en no dar por terminada la crisis antes de tiempo, generando riesgos de eventuales recaídas o retardando la salida de esta situación, y por mantener las medidas reactivadoras desde el Estado. Especial preocupación tiene para los socialdemócratas la lenta recuperación del empleo. Para nosotros son el trabajo digno y la mejoría de las condiciones de vida de la gente, mucho antes que las cifras bursátiles, los signos que nos permitirán dar por superada la crisis económica que hoy nos sigue golpeando.              
 
La crisis financiera nos hace sostener que es tiempo para que la política vuelva a ser la fuerza proveedora de seguridad y certeza a la gente. La fe pública depositada en instituciones bancarias desreguladas o mal reguladas, también se vio terriblemente afectada con la quiebra de bancos y otras instituciones financieras. Muchas personas perdieron su dinero, sus hogares, empleos o fondos de pensión. Pero, además, perdieron la confianza. Es el tiempo para que la política, la regulación, la actividad del Estado, la protección social, devuelvan la confianza expropiada a los ciudadanos por la crisis financiera. En este sentido, la reafirmación de la política y la búsqueda de certidumbres a través de ella se torna una prioridad para nuestra familia política socialdemócrata. Los socialdemócratas no estuvieron en el origen de la crisis, pero sí pretendemos mantenernos en la primera línea de trabajo por la recuperación de mejores condiciones de vida para todos.
 
Trabajar por un mundo libre de armas nucleares y por el control de los armamentos es una preocupación que está en los orígenes de esta Internacional. Durante el período de la Guerra Fría ella fue la Internacional de la Paz, y el legado de Willy Brandt es para siempre parte de nuestra identidad como organización.
 
Es por lo mismo que hoy observamos expectantes las nuevas orientaciones adoptadas en materia de no proliferación nuclear por el presidente Obama, las que han devuelto dinamismo y viabilidad a la tarea del desarme. Vemos con esperanzas que la Conferencia de Revisión del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), que tendrá lugar en mayo del próximo año en Nueva York, pueda constituir un avance significativo. Asimismo, con satisfacción seguimos las negociaciones Obama-Medvedev para recortar los respectivos arsenales nucleares en un tercio, así como saludamos la adopción por parte del Consejo de Seguridad de la Resolución 1887 (2009).
 
La resolución de conflictos y la búsqueda de la paz siempre resuenan en todas nuestras reuniones. Así, esta vez en Santo Domingo, volveremos a escuchar entre otras voces las del Oriente Medio, una región del mundo en la que estamos desde siempre comprometidos a aportar nuestro concurso para hacer avanzar la paz y la seguridad.
 
Nuestro último tema en agenda, asegurando la democracia y reafirmando los derechos de la gente, nos convoca a continuar nuestra reflexión y el compromiso de siempre de nuestra familia política con la democracia.
 
Desde Honduras a Burma, y desde Bielorrusia a Guinea, la IS reitera hoy su posición de constante apoyo al desarrollo y a la consolidación de la democracia. Seguiremos reaccionando de modo oportuno y decidido, denunciando los quiebres políticos y los excesos y las violaciones a los derechos fundamentales de la gente cuando y donde estos se produzcan.
 
Hoy, en el mundo global, los estándares democráticos han conocido cambios, se han ido adaptando a nuevas realidades y se han hecho más presentes, gracias a los esfuerzos de familias políticas como la nuestra. Sumamos a la voluntad popular y a la legitimidad de origen de un gobierno, la corrección durante su ejercicio. Apostamos por la democracia de proximidad y por un proceso de mayor descentralización y de equilibrio político entre autoridades de distintos niveles. Conocemos los desafíos y las nuevas formas de participación que conlleva la irrupción de nuevas tecnologías. Ante los grandes desafíos del planeta, sostenemos igualmente la necesidad de mayor democracia global en las instituciones internacionales.
 
En todo caso, el sentido de la democracia para nuestra Internacional continúa inalterado: trabajar en conjunto para construir mejores condiciones de vida para la gente, haciéndola parte y protagonista central de un proyecto que provea mayor libertad, justicia social y seguridad para todos.
 
Medio ambiente, economía, paz y democracia, los cuatro temas en torno a los que reflexionaremos hoy y mañana, son desafíos cruciales en los que se expresa la doble dimensión de permanencia y contingencia que a menudo alimenta nuestros debates. Hoy hemos caracterizado la situación global por la que transitamos como un momento clave para un futuro sostenible. Hoy los socialdemócratas asumimos el desafío de trabajar con decisión los retos del presente con una mirada de solidaridad con el porvenir.
 
 
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